El pasado viernes, el cuerpo sin vida de un joven quedó tendido en la vía que conduce al corregimiento Palmarito, zona rural de Cúcuta.

Eran las 10:00 de la mañana cuando algunas personas que transitaban por el sector se dieron cuenta de la escena.

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En un matorral y envuelto en una sábana quedó el cadáver de Marcos Andrés Pabón Martínez, de 22 años, tras recibir cuatro impactos de bala.

La comunidad alertó a las autoridades de inmediato y fue una funeraria la encargada de recoger el cuerpo y trasladarlo a la capital nortesantandereana para realizar las actividades forenses pertinentes.

En el sitio no se encontraron vainillas por lo que los investigadores presumen que el crimen se pudo ejecutar en otro punto, pero el cuerpo fue abandonado en ese sector.

Estaba secuestrado

Este medio de comunicación pudo conocer que diez días antes del crimen, ‘Toto’, como le decían cariñosamente a la víctima, había sido secuestrado junto con otras siete personas por presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln). La retención habría tenido lugar en una mina de carbón en la que trabajaba.

“La familia no sabía nada del muchacho desde entonces, ellos preguntaban sobre su paradero y lo que les decían era que estuvieran tranquilos, que no le iban a hacer nada, que solo estaban investigando unas cosas”, aseguró un residente de la zona.

Sin embargo, aunque los seres queridos de Marcos Pabón mantenían la esperanza de verlo regresar a casa, la lamentable noticia llegó.

“A ellos les avisaron que habían matado a un pelado y lo habían dejado tirado y que se parecía a ‘Toto’. Esa familia quedó destrozada”, añadió el hombre.

Supuestamente, las otras personas que estarían con la víctima en cautiverio lograron escapar de las ‘garras’ del Eln.

¿Sí hubo secuestro?

Al parecer, entre los ocho secuestrados estarían dos hermanos que aparecieron el pasado miércoles en las instalaciones de la estación de Policía de El Zulia, pidiendo auxilio.

A pesar de que las autoridades aseguraron que ese caso no tendría nada que ver con un secuestro, sino que apuntaría a tratarse de desplazamiento forzado, la comunidad desmintió esa versión.

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“Esas personas sí fueron secuestradas y la Policía lo que quiere es minimizar la alarma, pero es una realidad que tenemos en esta zona. Aquí manda el Eln y nosotros tenemos que obedecer”, enfatizó un líder comunal.

Consternación en la comunidad

Algunas personas de la comunidad no ocultaron su sorpresa al conocer sobre el asesinato de ‘Toto’. El joven sería conocido por su nobleza y sus ganas de salir adelante.

Según sus seres queridos, Marcos Pabón no había tenido inconvenientes con nadie en la zona y, por el contrario, se dedicaba a trabajar en una mina de carbón que está por el sector Agualasal, a pesar de padecer una enfermedad en los huesos.

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