Los familiares de Angélica Molina Torres viven una ‘pesadilla’ desde la noche del lunes, cuando el vigilante de una estación de servicio de la vereda La Alejandra, en El Zulia, los llamó para decirles que a ella la habían apuñalado y la dejaron tirada a un costado de la vía de ese sector.

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Según la familia de la víctima, el responsable del ataque contra la mujer, de 34 años, fue su esposo, quien le propinó 14 puñaladas.

“Él es el papá de nuestras nietas, de 16 y 10 años. Ese hombre amenazaba a mi hija que si lo dejaba la iba a matar a ella, a las niñas y a unos familiares, esa situación nos tiene atemorizados, solo rezamos para que Angélica salga bien”, señaló la mamá de la víctima.

Y agregó que afortunadamente  las puñaladas no perforaron ningún órgano vital, por lo que su hija se recuperaría prontamente.

¿Cómo se dio el hecho?

Esta triste historia inició el lunes en la mañana, cuando la pareja salió de su finca, ubicada en la vereda Cacahuala, en Santiago, en una motocicleta Suzuki GN, con rumbo a la casa de unos familiares del agresor, que queda en el barrio El Llano, de El Zulia.

Según la familia de la mujer, desde el momento en el que Angélica Molina y su esposo llegaron a El Zulia, él comenzó a insultarla y, luego, la golpeó, pero los allegados del esposo no se percataron.

Hacia las 8:40 p. m., el hombre obligó a la mujer a que se devolvieran en la moto hasta Santiago, ella se atemorizó y le hizo caso.

A las 9:30 p. m., cuando la pareja iba por La Alejandra, él volvió a insultarla y ella se habría tirado de la moto, golpeándose contra el pavimento.

“Ellos no se devolvieron para la finca por San Cayetano, porque por La Alejandra hay un camino que se llama ‘Los Maduros’, por donde llegan a Santiago rápidamente”, contó la madre.

Presuntamente, el agresor rápidamente detuvo su marcha, se bajó de la moto, sacaría un cuchillo de un bolso y le habría propinado las puñaladas a la mujer, que quedó tirada en un borde de la vía, luego huyó.

Los gritos de Angélica fueron escuchados por el celador de una estación de servicio cercana, quien se llegó a esa oscura y desolada carretera, observando a la víctima tirada en el pavimento, ensangrentada, gritando y tapándose con una mano una herida en el pecho.

El guarda de seguridad le pidió un número a la mujer, luego llamó a la mamá de Angélica Molina, quien al enterarse de esa triste noticia, comenzó a llorar, se desesperó y le dio aviso a su otra hija, quien se desplazó hasta el sector.

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Cuando la hermana de Angélica llegó al lugar de los hechos, le dijeron que a la víctima la acababan de trasladar en una ambulancia al Hospital Juan Luis Londoño, de El Zulia, hasta donde los familiares se desplazaron a ver qué había pasado.

“Mis dos hijas (la víctima y su hermana) se vinieron en una ambulancia hasta el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde Angélica fue intervenida quirúrgicamente”, recordó la mamá.

Maltratada física y verbalmente

La mamá de Angélica Molina explicó que su hija venía siendo golpeada y maltratada por su marido desde hace unos 11 años, cuando él se atrevió por primera vez a ponerle un dedo encima a la mujer.

“Ese día ella llegó golpeada, nosotros la convencimos para que lo denunciara por violencia intrafamiliar. En marzo ella trató de dejarlo y él comenzó a llamarla para que se devolviera para la finca”, contó la angustiada madre.

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