El comunicado
A través de un comunicado de prensa, la Policía Metropolitana de Cúcuta aseguró que, una vez conocido el hecho, se activaron los protocolos de protección y ruta de atención para la ciudadana con el fin de garantizarle sus derechos y realizar el respectivo acompañamiento.
Frente a la situación del funcionario dieron inicio a los procesos legales de Justicia Penal Militar y control disciplinario interno, “con el objetivo de establecer si tiene responsabilidad alguna en el hecho, todo bajo el debido proceso”, señala el comunicado.
Funcionarios de la Sijín y del CTI de la Fiscalía se encargaron de la inspección en el CAI donde no hallaron evidencia del hecho ni material probatorio, así como tampoco imágenes de cámaras de seguridad que constaten la versión de la víctima.
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Sin embargo, el coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana, insistió en que, por ahora, lo que se puede comprobar es el abandono del puesto por parte del uniformado.
La Opinión se comunicó con familiares del uniformado involucrado, pero aseguraron que no tenían detalles del hecho, pues no se habían podido comunicar con él.
Las autoridades tendrán que adelantar de manera rigurosa las investigaciones para determinar cómo sucedieron los hechos.
Al cierre de esta edición se conoció que la mujer iba a ser sometida a un examen de toxicología y se esperaba que instaurar la demanda.
La pena
El artículo 105 del Código Penal Militar, que habla sobre el abandono del puesto, delito que le imputaron al uniformado involucrado, asegura textualmente: el que estando de fracción o de servicio, abandone el puesto por cualquier tiempo, se duerma, se embriague o se ponga bajo los efectos de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, incurrirá en prisión de 1 a 3 años.
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