Aunque las autoridades creyeron inicialmente que el asesinato de Esequiel Galvis Rincón se dio en medio del robo de una motocicleta Suzuki GN, en un billar de la invasión Nueva Ilusión, surgió una nueva hipótesis sobre el hecho que involucra la venta de drogas en ese sector.
Lea: El Eln se atribuyó el atentado terrorista en Tibú
Según las autoridades, los dos hombres que la tarde del 16 de abril les dispararon a Galvis Rincón y a otra persona, que resultó herida, al parecer, no llegaron al establecimiento con la intención de robarse la moto, sino para acabar con la vida de las víctimas.
“Cuando llegamos al sitio ese domingo nos dijeron que se habían robado una moto, pero ahí analizamos que las víctimas corrieron varios metros hasta que las alcanzaron y les dispararon. Además, llama la atención que los pistoleros ingresaron al billar y preguntaron por el dueño de la motocicleta, si se la fueran a robar lo hacen de manera sigilosa”, explicó una fuente judicial cercana a la investigación.
Otra pista que tienen las autoridades es que Galvis tuvo una investigación por homicidio, en 2021, mientras que el hombre que resultó herido tiene líos judiciales por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes este año y por lesiones personales, en 2012.
Extraoficialmente se conoció que el establecimiento, que queda en la parte alta de la invasión sería frecuentado por consumidores de drogas y por eso ya estaba en el radar de las autoridades.
En Nueva Ilusión, según se conoció, la banda liderada por Ever Carreño Corredor, alias Porras, impone su ‘imperio’ de terror y venta de estupefacientes, por lo que los investigadores analizan si ese poderoso microtraficante, que además, está preso, estaría detrás del crimen.
El dolor de la familia
Los familiares de Esequiel Galvis Rincón han tenido que soportar momentos de dolor desde el momento del hecho, pues no entienden por qué lo asesinaron, tampoco saben si él estaba involucrado en alguna situación que le generara un riesgo.
Conozca: El Eln producía una tonelada de cocaína al mes en San Cayetano
“Sé que así capturen a los responsables nada va a revivir a nuestro ser querido. Es una lástima que fuera tenido un final así, porque tenía mucho por vivir y dejó un hijo. Esperamos que el caso no quede impune”, dijo una doliente.
Galvis vivió junto con su pareja sentimental y su hijo en el barrio La Primavera.
El crimen
Esequiel Galvis llegó al establecimiento con su acompañante desde la mañana, en la parte alta de la invasión, en la motocicleta Suzuki GN. Hacia las 2:50 de la tarde, los dos agresores arribaron al sitio en una moto, ingresaron y uno de ellos sacó una pistola y les preguntaron a las personas que estaban jugando pool, que quién era el propietario de la motocicleta que estaba parqueada afuera.
Las personas al ver el arma salieron corriendo hacia una puerta que da con la parte trasera del negocio. Sin embargo, el pistolero las persiguió y comenzó a dispararles a Esequiel Galvis y a su acompañante.
“Esequiel recibió dos tiros en la cabeza y murió en el sitio, mientras que el otro hombre fue impactado en dos oportunidades en el brazo derecho y la espalda, por lo que fue trasladado a un centro asistencial”, añadió una fuente judicial en ese momento.
La Policía Metropolitana de Cúcuta arribó al sitio para custodiar la escena del crimen, mientras que miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y del levantamiento del cadáver.
En el lugar los investigadores no encontraron la motocicleta en la que iba la víctima, pero hallaron una vainilla y un proyectil, que están siendo analizadas para encontrar evidencias de los responsables del hecho.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion