“¿Qué voy a hacer sin mi ‘Mayi’?” se escuchaba entre los desgarradores gritos de los familiares de Marledys Hernández Guerrero, mientras veían con dolor cómo la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) sacaba el cuerpo de la joven, de solo 27 años, de la casa donde fue asesinada.
Ayer, la escena estaba rodeada de tristeza. Los seres queridos de Marledys, con la esperanza de que todo fuera una mentira, esperaban en silencio, incapaces de aceptar lo sucedido.
Le puede interesar: Joven murió nueve días después de ser atropellado por una moto fantasma en Cúcuta
A su alrededor, los vecinos, profundamente impactados, acompañaban con la mirada el dolor de la familia, compartiendo el pesar por la trágica pérdida.
¿Qué sucedió?
A las 11:40 de la mañana, los residentes de la invasión Colina Real escucharon la detonación de varios disparos. En un principio, no le prestaron mucha atención, pues es común ese tipo de sonidos en la zona “para espantar los perros”. Sin embargo, al salir a verificar, se llevaron una desagradable sorpresa.
“Una vecina fue a mirar si algo había pasado ahí adentro y se dio cuenta que la muchacha estaba ahí tirada, boca arriba y muerta”, relató uno de los residentes de la invasión.
La comunidad, consternada por la situación, alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y, mientras las autoridades arribaban al lugar, los familiares de la joven fueron llegando a la vivienda, uno tras otro.
Minutos más tarde, la Brinho realizó la inspección técnica y el levantamiento del cadáver, confirmando que a ‘Mayi’ le habían propinado cinco disparos mortales.
La habían amenazado
Luego de realizar las investigaciones preliminares, las autoridades conocieron que a la víctima la había amenazado otra mujer, meses atrás. Al parecer, se trataría de un crimen pasional.
Conozca: Una disputa por el territorio habría desencadenado el doble asesinato en el sector La Tomatera
Presuntamente, Hernández Guerrero sostendría una relación sentimental con un hombre que estaría casado, incluso, la intentaron asesinar el pasado 1 de junio, en la urbanización Los Estoraques, ataque del que logró recuperarse.
Aunque en un principio, las autoridades conocieron que un hombre llegó en una motocicleta a cometer el ataque sicarial, la versión tomó otro rumbo.
Presuntamente, el día anterior, la víctima le contó a sus amigas que se encontraría con la persona que sostenía la relación, en un lote que tenía en la invasión y que muy poco frecuentaba, pues su lugar de residencia sería en la ciudadela La Libertad.
Para las autoridades fue extraño percatarse que el candado nunca fue violentado, por lo que investigarían si la persona que cometió el crimen sería de su entera confianza.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion