El panameño Jhafis Quintero es un artista plástico y escritor que inició su carrera  de una manera inusual.  Es decir, “mientras descontaba 10 años de prisión en Costa Rica, de la mano de la artista Haru Wells”. 

Su experiencia carcelaria juega un papel destacado en su obra, “con una percepción singular del paso del tiempo y sus implicaciones para un cuerpo inmerso en ese marco temporal particular, y una constante reflexión sobre la muerte que se desliza sobre la vida de los internos”. 

Su práctica artística surge de sus experiencias personales “en el mundo carcelario, el silencio, la inseguridad, pero también la imaginación y la creatividad dirigidas a encontrar medios de supervivencia”. 

Sus exposiciones  personales y colectivas han estado en museos de Nueva York, Texas, Madrid, Londres, Barcelona, Estambul, Brasil, Argentina y Tazmania, Cifo mid carrier artist entre otros, y su trabajo forma parte de colecciones privadas como Daros (Suiza), Cisneros o el Centro Nacional de Bellas Artes de París. Es autor de ‘Máximas de Seguridad’, ‘Los dueños del mundo’ y La Casa de los Geckos’.

Y ahora expondrá, desde el domingo 22 de septiembre hasta noviembre, ‘Segunda piel’ en el Museo Casa General Santander. El público asistente no encontrará cuadros, ni pinturas, ni esculturas. Será un deleite para el ojo cuando empiece a rodar un videoarte.

¿Cuántas piezas expondrás?

Serán expuestas varias piezas que abordan el mismo tema desde diferentes lenguajes artísticos. Un videoarte que es la pieza central, fotografías que documentan el proceso, una obra sonora y un performance de dos de las participantes: las poetisas Aina Lawless y Martha Mora.

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¿Inspirado en qué?

Este proyecto está inspirado en la necesidad de materializar y evidenciar el dolor para poder metabolizarlo. Propone exorcizarse a través de una segunda piel transfiriendo en ella, con palabras escritas o imágenes, esos sentimientos puntiagudos que nos hacen daño y que normalmente son difíciles de administrar. 

¿Es decir pura experiencia vívida?

Lo que para mí hace este proyecto importante es la posibilidad modular que tiene. No solo ofrece esa posibilidad de ritual de exorcismo para evidenciar y deshacerse de algunas cosas incómodas que llevamos dentro de nosotros. Tiene también un aspecto lúdico, sin que por esto deje de tener profundidad. ‘Segunda piel’ es un proyecto de arte modular que se ajusta a la necesidad de cada uno de los participantes.

¿Podría describir su arte?

Digamos que soy un artista con muchos años de experiencia, que ha vivido en diferentes culturas y continentes. En consecuencia, he ido adquiriendo una visión cenital de mi trabajo y de mí mismo en diferentes contextos. A raíz de esto he llegado a ciertas necesidades en mis proyectos de arte; como la de ir a buscar a las personas y trabajar con ellas desde sus espacios cotidianos.

¿Utiliza solo la estética?

A mí no me interesa generar arte con el mero fin contemplativo, utilizo la estética como medio para llegar a otra cosa, a la comunicación con el público. Me gusta creer que mi trabajo propone una mirada crítica. Antes de iniciar un trabajo de arte procuro que  supere los límites de la retina y llegue hasta el cerebro del espectador y al corazón.

¿La exposición es inédita o la había exhibido en otro sitio? 

Este proyecto ha sido concebido a la medida para Villa del Rosario y Cúcuta. ‘Segunda piel’ es también el ejercicio de la practica artística, en él se suman pruebas y errores que me han permitido afinar el resultado.

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¿Cuánto tiempo lleva montando la exposición?

Llevamos tres meses trabajando e impartiendo talleres con los participantes con el fin de ir conectándonos, entendiendo el peso y dimensión de las palabras, de conceptualizar el proceso y ejercitar la conciencia de lo que implica para cada uno este proyecto.

¿Cómo llegó al Museo Casa General Santander?

Llegué hasta aquí gracias a la infinita confianza de la directora del Museo Casa Natal del General Santander, Susana Quintero, y su maravilloso equipo que no solo me han brindado  a cada paso el soporte técnico, sino también emocional, sin los cuales esto hubiera sido imposible.

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