Demostrar que sí es posible crecer en medio de las adversidades, fue uno de los propósitos del escritor y empresario Steve Ames, quien a través de su libro ‘Solo semillas quebradas crecen’ cuenta sus experiencias de superación personal. 

El autor de 73 años visita por estos días la ciudad para presentarle a los cucuteños su libro con historias cortas de lo que ha sido su vida y cómo a pesar de haber sufrido de dislexia, logró convertirse en escritor. 

El libro, que se encuentra en dos versiones: una español y otra en inglés será presentado la noche de este viernes 17 de febrero en el auditorio de Juan Pablo Parra Castro del Colegio Domingo Savio a las 7.30 p.m 

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En entrevista con La Opinión contó algunas de las razones que lo motivaron a visitar Cúcuta y su experiencia en el mundo de la literatura. 

¿Qué lo impulsó a llegar a Cúcuta?

Vine a Cúcuta a presentar el libro y a visitar a varios amigos, mi mejor amigo colombiano es de Bochalema, vine por la gente y por el clima. Estaré durante unos tres días y presentaré el libro esta noche. La entrada será gratuita y el sitio cuenta con capacidad para 125 personas. 

¿De qué trata el libro?

Publiqué en marzo del año pasado el libro en inglés y en diciembre la versión en español con una compañía de Bogotá. Se encuentra disponible en Amazon donde tengo actualmente cuatro libros, los primeros dos de bienes raíces y los últimos sobre episodios de mi vida para superar la adversidad. 

‘Solo semillas quebradas crecen’ consiste en 59 cuentos cortos con episodios de mi vida, ya que pasé por muchas adversidades, no pude hablar en algún momento, y tampoco leer hasta quinto grado,y muchos otros defectos genéticos que hoy he podido superar.

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Los cuentos son muy diversos, cada dos o tres páginas los lectores podrán encontrar otro cuento diferente al anterior, son impactantes y llenos de aprendizajes. Los cuentos aplican para todas las personas sin importar de dónde vienen o cómo son sus condiciones económicas. 

¿Vendrán más publicaciones relacionadas con el tema?

Este año tengo pensado publicar el volúmen 2 del libro y tal vez a principios del año que viene, la tercera parte. Ya tengo la segunda con más del 50% escrito. 

Estos contarán historias de mis experiencias con compañeros de clase en la escuela y el tercero será totalmente diverso porque se trata de todos los trabajos que tuve cuando era niño. 

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¿Qué experiencia nos podría contar?

En 1953, empezando mis tres años de edad, recogía botellas de soda vacías porque mis papás tenían menos que nada y muchas veces no había comida. Soy el penúltimo de seis hijos y mi hermana mayor nos impulsó a recogerlas. La tienda de la esquina dos daba dos centavos por cada una. 

Por diez botellas nos daban 20 centavos, una caja de macarrones con queso costaba eso, entonces las entregábamos y nos daban una caja que alcanzaba para seis personas. 

Muchas veces no hubo comida, recuerdo que hace días hablé con mi hermana y le pregunté cuántas cajas calculaba que comprábamos con las botellas, pero no alcanzamos a recordar ya que eran docenas tras docenas.

¿En qué momento nace el interés por la literatura?

Con una tardanza muy fuerte para hablar y con una dislexia muy severa, cuando estuve en la universidad en el primer año, estuve con un maestro de inglés que me dijo: 

“Stive tú puedes escribir más o menos bien, puedes escribir mejor que la mayoría de los demás” y en ese momento me implantó una idea de que me podría comunicar bien escribiendo y esa era una gran batalla. 

Los amantes de la lectura pueden encontrar más información sobre el libro a través del canal de YouTube: Solo Semillas Quebradas Crecen.

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