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A las 7:00 de la mañana del 31 de mayo una macabra noticia marcó el
inicio de labores de las autoridades judiciales y también se apoderó de los medios de comunicación: cinco cuerpos fueron hallados en la vía que del corregimiento Juan Frío (Villa del Rosario) comunica con Ragonvalia. Dos de ellos presentaban rasgos de tortura.
A las 7:00 de la mañana del 31 de mayo una macabra noticia marcó el inicio de labores de las autoridades judiciales y también se apoderó de los medios de comunicación: cinco cuerpos fueron hallados en la vía que del corregimiento Juan Frío (Villa del Rosario) comunica con Ragonvalia. Dos de ellos presentaban rasgos de tortura.
Esa masacre, hasta el día de hoy, no tiene otra tesis diferente a que las muertes se registraron por una presunta guerra entre dos bandas criminales que se pelean las ganancias generadas por cuidar los laboratorios de alucinógenos de algunos narcotraficantes que pululan en esa zona y los municipios de Puerto Santander y San Faustino. La Fiscalía logró demostrar que los asesinos pertenecían a Los Urabeños, sin embargo, aún se cierne un manto de duda si los muertos eran Rastrojos.
En la escena del crimen fueron encontrados los cadáveres de Juan Gabriel Jiménez Rojas, Manuel Abraham Mena Palacio y Richard Antonio Mendoza Cadavía. Al interior de una casa, ubicada frente a un restaurante reconocido por la venta de cachama, estaba tirado y con varios impactos de bala el cuerpo de Luis Francisco Gaviria Gaviria. Este no tenía su pierna izquierda. Unos metros más adelante, sobre la misma vía del corregimiento Juan Frío, se encontró a Óscar José Sáenz Hernández, a quien le faltaba su dedo corazón.
En el lugar se encontró suficiente material probatorio para dar con el paradero de los autores materiales del crimen. Y así fue: pasadas nueve horas del macabro hallazgo se capturaron tres de los asesinos.
Euclides Feria Pineda, alias El Chino, y Diomedes Ortuz Blandón, alias Luisito, fueron contactados desde Cúcuta para participar en el múltiple asesinato registrado en el corregimiento Juan Frío.
En el testimonio que rindieron ante la Fiscalía así lo manifestaron. También confesaron haber sido contratados por alias Flechas, quien fue identificado por las autoridades judiciales como Henry Polo Aguilar, de 31 años de edad y oriundo de Tierra Alta, Córdoba. Este sería el comandante de la organización.
Para cometer el crimen viajaron desde Cali tres días antes (el 28 de mayo). Las investigaciones concluyeron que Polo Aguilar se encargó de contactarlos, enviarles dinero para los viáticos y la comida y les indicó que pertenecían a Los Urabeños. Esta acusación se probó por medio de una agenda incautada en la que se relaciona un giro enviado por Servientrega a Feria Pineda y la cantidad de dinero asignado para que estos llegaran a Cúcuta y se hospedaran en el barrio Antonia Santos. Con ellos también se quedó Obeimar Guzmán Simanca, alias Chopo, quien llegó a la capital nortesantandereana procedente de otra ciudad.
De Antonia Santos salieron con rumbo a Juan Frío, en un taxi, junto a alias Flechas. Al llegar recibieron armas y se cometió el crimen. Su trabajo les representaría un ingreso de $1.500.000 mensuales.
Al sitio “llegaron dos taxis con el cupo completo de pasajeros (….). También participaron dos sujetos con pasamontañas, quienes iban en motocicletas”, aseguraron los hoy condenados a 29 años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado y porte ilegal de armas. Su captura se produjo el mismo día de la masacre al interior de su vivienda, que fue allanada. (Ver más abajo - Capturados tres sicarios)
Con su declaración, la Fiscalía comprobó que en el crimen participaron más personas, “situación por lo demás lógica, ya que se iban a enfrentar dos organizaciones criminales. Según lo registrado en la agenda la banda criminal estaba conformada por dos grupos A y B, cada uno compuesto por siete muchachos, luego sí fueron por lo menos once personas”, se puede leer en la sentencia dictada contra nueve personas más, quienes tendrían relación con las muertes.
Precisamente esas personas serían Jairo Eliécer Cetina Hernández, de 24 años; Alirio Antonio López Rodríguez, de 37; Henry Polo Aguilar, de 30; Blaudemir Rodríguez Ortiz, de 27; Edward Alfirio Nieto Coronel, de 30; Juan Carlos Ramírez Cetina, de 24; y Joseph Alexander Aldana Cetina, de 20.
Un juez especializado de la ciudad concluyó en la sentencia dictada el pasado 23 de febrero que “eran miembros del grupo delincuencial Los Urabeños y se presentaron junto con otros sujetos en el corregimiento Juan Frío para dar muerte a cinco miembros al parecer de Los Rastrojos”.
Su responsabilidad en la masacre se pudo establecer por el material probatorio obtenido durante el allanamiento a una vivienda de la calle 19 con avenida 15 del barrio Aguas Calientes, ciudadela La Libertad. (Ver más abajo - Allanamiento Aguas Calientes).
En el lugar, además de encontrar varias armas y elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares, fue incautada una libreta color azul de Henry Polo Aguilar, en la que la Fiscalía encontró pruebas para relacionar a los capturados con el quíntuple crimen cometido en Juan Frío.
La agenda, que estaba encima de un clóset, contenía en su primera página la relación de las armas que recuperó la banda criminal, “que no son otras que las armas despojadas a los miembros de Los Rastrojos asesinados por Los Urabeños (…). En la siguiente página se observa el título efectivo entrante, con una relación de dinero”, reza la sentencia mencionada.
También reposa en ella, el pago de un giro a Euclides Manuel Feria Pineda por la suma de $550.000 y la asignación de otros dineros para “organizar a los ‘pelaos’ y su comida durante 15 días”.
Las autoridades establecieron que Polo Aguilar era la “persona encargada de reclutar a los miembros de la organización, suministrarles el dinero de los viáticos, guiarlos hasta el lugar donde se enfrentaría con los miembros del grupo delincuencial adversario, suministrarles las armas, el dinero”.
Para condenar a seis de estas personas a 56 años de prisión, hace 11 días, -por ser coautores responsables de homicidio, con el ilícito de porte de armas y concierto para delinquir con fines de homicidio- el juez tuvo en cuenta que las armas halladas en la vivienda tenían relación con la masacre y que los testigos de la defensa incurrieron en impresiones al momento de dar sus versiones.
Solo Blaudemir Rodríguez Ortiz, quien fue capturado en esa misma vivienda, recibió 29 años de cárcel por haber aceptado su participación en las muertes junto a las tres personas capturadas el 31 de mayo del año pasado.
También fueron condenados Blanca Flor Cetina Hernández y Leidi Marcela Aldana Cetina a siete años de prisión por el delito de porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Las autoridades requisaron el pasado primero de junio, a la 1:30 de la tarde, una casa del barrio Aguas Calientes, ciudadela La Libertad. En la vivienda se encontraba la familia Cetina y otras personas que fueron relacionadas con las muertes.
- En la primera habitación de la vivienda, dentro del primer cajón de un armario, se halló un revólver calibre 38 largo marca Cassidy, en su tambor habían dos cartuchos.
- En la sala, al interior de un baúl, fue encontrado un fillac camuflado de uso privativo de las fuerzas militares.
- En la cuarto número tres, debajo del colchón de la cama, se halló una pistola marca Glock. Su cargador contenía 31 cartuchos calibre 9 milímetros con acción automática tipo sub-ametralladora. Debajo de una almohada había una pistola negra HS 2000 con su respectivo cargador y dentro de él 15 cartuchos calibre 3.80. También se encontró una agenda de color azul en la que se relacionaban armas de fuego, listados de pago, un giro enviado a Euclides Manuel Feria Pineda y varias direcciones.
- En el patio se halló un pantalón camuflado, una camisa guerrera, dos chalecos arnés (uno con reata), una cantimplora, un toldillo para hamaca, una pernera porta proveedor, dos pares de botas talla 39 y 40 con el logo de Ejército Nacional, elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares y cinco celulares en un tanque terrestre.
- Frente a la residencia se encontraron dos motos marca Suzuki AX115 de placas NPW 88A y otra marca Pulsar de placas DEW 78B.
Euclides Feria Pineda, alias El Chino; Diomedes Ortuz Blandón, alias Luisito; y Obeimar Guzmán Simanca, alias Chopo; fueron capturados el 31 de mayo a las 4:40 de la tarde. La diligencia judicial se llevó a cabo en una vivienda el barrio Antonia Santos (Avenida 53 con calle 18).
A los sujetos, quienes aceptaron ante la Fiscalía haber participado en la masacre, se les incautaron tres armas de fuego:
- Una pistola Glock negra calibre 9 milímetros de funcionamiento automático y semiautomático con un proveedor plástico con capacidad para 17 cartuchos.
- Una pistola Glock australiana con dos proveedores plásticos negros (uno con capacidad para 17 cartuchos y otro de 15 cartuchos).
- Un revólver marca Smith & Wesson calibre 38 largo. Seis cartuchos calibre 38, cinco de ellos de marca Indumil y otro marca Cavim. También se incautaron 67 cartuchos color amarillo calibre 9 milímetros.
Esa masacre, hasta el día de hoy, no tiene otra tesis diferente a que las muertes se registraron por una presunta guerra entre dos bandas criminales que se pelean las ganancias generadas por cuidar los laboratorios de alucinógenos de algunos narcotraficantes que pululan en esa zona y los municipios de Puerto Santander y San Faustino. La Fiscalía logró demostrar que los asesinos pertenecían a Los Urabeños, sin embargo, aún se cierne un manto de duda si los muertos eran Rastrojos.
En la escena del crimen fueron encontrados los cadáveres de Juan Gabriel Jiménez Rojas, Manuel Abraham Mena Palacio y Richard Antonio Mendoza Cadavía. Al interior de una casa, ubicada frente a un restaurante reconocido por la venta de cachama, estaba tirado y con varios impactos de bala el cuerpo de Luis Francisco Gaviria Gaviria. Este no tenía su pierna izquierda. Unos metros más adelante, sobre la misma vía del corregimiento Juan Frío, se encontró a Óscar José Sáenz Hernández, a quien le faltaba su dedo corazón.
En el lugar se encontró suficiente material probatorio para dar con el paradero de los autores materiales del crimen. Y así fue: pasadas nueve horas del macabro hallazgo se capturaron tres de los asesinos.
Los cogieron en su residencia
Euclides Feria Pineda, alias El Chino, y Diomedes Ortuz Blandón, alias Luisito, fueron contactados desde Cúcuta para participar en el múltiple asesinato registrado en el corregimiento Juan Frío.
En el testimonio que rindieron ante la Fiscalía así lo manifestaron. También confesaron haber sido contratados por alias Flechas, quien fue identificado por las autoridades judiciales como Henry Polo Aguilar, de 31 años de edad y oriundo de Tierra Alta, Córdoba. Este sería el comandante de la organización.
Para cometer el crimen viajaron desde Cali tres días antes (el 28 de mayo). Las investigaciones concluyeron que Polo Aguilar se encargó de contactarlos, enviarles dinero para los viáticos y la comida y les indicó que pertenecían a Los Urabeños. Esta acusación se probó por medio de una agenda incautada en la que se relaciona un giro enviado por Servientrega a Feria Pineda y la cantidad de dinero asignado para que estos llegaran a Cúcuta y se hospedaran en el barrio Antonia Santos. Con ellos también se quedó Obeimar Guzmán Simanca, alias Chopo, quien llegó a la capital nortesantandereana procedente de otra ciudad.
De Antonia Santos salieron con rumbo a Juan Frío, en un taxi, junto a alias Flechas. Al llegar recibieron armas y se cometió el crimen. Su trabajo les representaría un ingreso de $1.500.000 mensuales.
Al sitio “llegaron dos taxis con el cupo completo de pasajeros (….). También participaron dos sujetos con pasamontañas, quienes iban en motocicletas”, aseguraron los hoy condenados a 29 años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado y porte ilegal de armas. Su captura se produjo el mismo día de la masacre al interior de su vivienda, que fue allanada. (Ver más abajo - Capturados tres sicarios)
Con su declaración, la Fiscalía comprobó que en el crimen participaron más personas, “situación por lo demás lógica, ya que se iban a enfrentar dos organizaciones criminales. Según lo registrado en la agenda la banda criminal estaba conformada por dos grupos A y B, cada uno compuesto por siete muchachos, luego sí fueron por lo menos once personas”, se puede leer en la sentencia dictada contra nueve personas más, quienes tendrían relación con las muertes.
Cayeron siete más
Precisamente esas personas serían Jairo Eliécer Cetina Hernández, de 24 años; Alirio Antonio López Rodríguez, de 37; Henry Polo Aguilar, de 30; Blaudemir Rodríguez Ortiz, de 27; Edward Alfirio Nieto Coronel, de 30; Juan Carlos Ramírez Cetina, de 24; y Joseph Alexander Aldana Cetina, de 20.
Un juez especializado de la ciudad concluyó en la sentencia dictada el pasado 23 de febrero que “eran miembros del grupo delincuencial Los Urabeños y se presentaron junto con otros sujetos en el corregimiento Juan Frío para dar muerte a cinco miembros al parecer de Los Rastrojos”.
Su responsabilidad en la masacre se pudo establecer por el material probatorio obtenido durante el allanamiento a una vivienda de la calle 19 con avenida 15 del barrio Aguas Calientes, ciudadela La Libertad. (Ver más abajo - Allanamiento Aguas Calientes).
En el lugar, además de encontrar varias armas y elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares, fue incautada una libreta color azul de Henry Polo Aguilar, en la que la Fiscalía encontró pruebas para relacionar a los capturados con el quíntuple crimen cometido en Juan Frío.
La agenda, que estaba encima de un clóset, contenía en su primera página la relación de las armas que recuperó la banda criminal, “que no son otras que las armas despojadas a los miembros de Los Rastrojos asesinados por Los Urabeños (…). En la siguiente página se observa el título efectivo entrante, con una relación de dinero”, reza la sentencia mencionada.
También reposa en ella, el pago de un giro a Euclides Manuel Feria Pineda por la suma de $550.000 y la asignación de otros dineros para “organizar a los ‘pelaos’ y su comida durante 15 días”.
Las autoridades establecieron que Polo Aguilar era la “persona encargada de reclutar a los miembros de la organización, suministrarles el dinero de los viáticos, guiarlos hasta el lugar donde se enfrentaría con los miembros del grupo delincuencial adversario, suministrarles las armas, el dinero”.
Para condenar a seis de estas personas a 56 años de prisión, hace 11 días, -por ser coautores responsables de homicidio, con el ilícito de porte de armas y concierto para delinquir con fines de homicidio- el juez tuvo en cuenta que las armas halladas en la vivienda tenían relación con la masacre y que los testigos de la defensa incurrieron en impresiones al momento de dar sus versiones.
Solo Blaudemir Rodríguez Ortiz, quien fue capturado en esa misma vivienda, recibió 29 años de cárcel por haber aceptado su participación en las muertes junto a las tres personas capturadas el 31 de mayo del año pasado.
También fueron condenados Blanca Flor Cetina Hernández y Leidi Marcela Aldana Cetina a siete años de prisión por el delito de porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Allanamiento en Aguas Calientes
Las autoridades requisaron el pasado primero de junio, a la 1:30 de la tarde, una casa del barrio Aguas Calientes, ciudadela La Libertad. En la vivienda se encontraba la familia Cetina y otras personas que fueron relacionadas con las muertes.
- En la primera habitación de la vivienda, dentro del primer cajón de un armario, se halló un revólver calibre 38 largo marca Cassidy, en su tambor habían dos cartuchos.
- En la sala, al interior de un baúl, fue encontrado un fillac camuflado de uso privativo de las fuerzas militares.
- En la cuarto número tres, debajo del colchón de la cama, se halló una pistola marca Glock. Su cargador contenía 31 cartuchos calibre 9 milímetros con acción automática tipo sub-ametralladora. Debajo de una almohada había una pistola negra HS 2000 con su respectivo cargador y dentro de él 15 cartuchos calibre 3.80. También se encontró una agenda de color azul en la que se relacionaban armas de fuego, listados de pago, un giro enviado a Euclides Manuel Feria Pineda y varias direcciones.
- En el patio se halló un pantalón camuflado, una camisa guerrera, dos chalecos arnés (uno con reata), una cantimplora, un toldillo para hamaca, una pernera porta proveedor, dos pares de botas talla 39 y 40 con el logo de Ejército Nacional, elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares y cinco celulares en un tanque terrestre.
- Frente a la residencia se encontraron dos motos marca Suzuki AX115 de placas NPW 88A y otra marca Pulsar de placas DEW 78B.
Capturados tres sicarios
Euclides Feria Pineda, alias El Chino; Diomedes Ortuz Blandón, alias Luisito; y Obeimar Guzmán Simanca, alias Chopo; fueron capturados el 31 de mayo a las 4:40 de la tarde. La diligencia judicial se llevó a cabo en una vivienda el barrio Antonia Santos (Avenida 53 con calle 18).
A los sujetos, quienes aceptaron ante la Fiscalía haber participado en la masacre, se les incautaron tres armas de fuego:
- Una pistola Glock negra calibre 9 milímetros de funcionamiento automático y semiautomático con un proveedor plástico con capacidad para 17 cartuchos.
- Una pistola Glock australiana con dos proveedores plásticos negros (uno con capacidad para 17 cartuchos y otro de 15 cartuchos).
- Un revólver marca Smith & Wesson calibre 38 largo. Seis cartuchos calibre 38, cinco de ellos de marca Indumil y otro marca Cavim. También se incautaron 67 cartuchos color amarillo calibre 9 milímetros.