Una luz de esperanza brilla con el proceso de reasentamiento de las familias afectadas durante la avalancha ocurrida hace 8 meses en la vereda El Tarrita, comprensión rural del municipio de Ábrego.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
Con base en el censo el Gobierno nacional adelanta los trámites para la adquisición de fincas donde serán reubicados los damnificados con el acompañamiento de proyectos productivos para resarcir las pérdidas.
De acuerdo a las estadísticas 410 personas, de 132 familias resultaron afectadas durante el desastre natural y se espera un informe para determinar las condiciones geológicas y determinar alternativas en la ejecución de los proyectos.
La vocera comunal Luzary Jácome manifestó que una comisión especializada se trasladó hacia la zona rural de Ábrego para coordinar con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal el levantamiento topográfico de las 4 fincas adquiridas por el Gobierno para tal fin en sectores como La Laguna, El Tarrita y El Campanario.
Lea además: Traumatismo en calendario escolar en El Tarrita
“Ya se observa movimiento en la región y esperamos retomar labores agrícolas cerca a la arteria vial, pues esa es la vocación de la comunidad campesina”, recalcó.
Proceso en marcha
La personera del municipio de Ábrego, Laura Jimena Quintero, lideró ese proceso para mejorar las condiciones de vida de las víctimas del fenómeno natural.
“La emergencia de la avenida torrencial ocurrida el 31 de mayo del año pasado fue una situación bastante compleja que desbordó la capacidad institucional y se acudió a la atención de entidades del orden departamental y nacional”, explicó.
La primera etapa con la adecuación de albergues, alimentación, medicamentos, atención humanitaria, sicosocial y esquemas de salud.
Posteriormente, se brindó un tratamiento especial a las 132 familias con los cánones de arrendamiento proporcionados por la gobernación de Norte de Santander y el Gobierno colombiano.
En materia de educación se reportaron algunos inconvenientes ya que el puesto de salud de El Tarrita donde los niños recibían clases presenciales no reúne las mínimas condiciones de seguridad y se optó por suspender las clases, lo que ocasionó el malestar entre los padres de familia de veredas cercanas, que no están dispuestos a viajar al casco urbano, ni tienen conectividad para implementar los servicios a través de la virtualidad complementado con las guías pedagógicas.
Lea además: El Tarrita busca respuestas para reconstrucción de sus casas y escuelas
También, reportaron problemas a la hora de la movilización de menores de edad por las vías rurales.
Inspección ocular
La Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres ingresó al territorio para verificar los predios postulados para compra, y se adelantaron estudios topográficos y aspectos técnicos para la adquisición de las fincas con el fin de efectuar un reasentamiento.
Como defensores de los derechos de los ciudadanos el Ministerio Público hizo seguimiento al Plan de Acción Específico y se dieron recomendaciones al mandatario entrante Huber Darío Sánchez para que se atienda las necesidades más apremiantes.
Lea además: Lo que el lodo se llevó en Norte de Santander
Los veedores, por su parte, buscaron mecanismos para depurar los datos suministrados de acuerdo a las pérdidas reportadas para adjudicar lotes con un proyecto productivo.
Un nuevo trazado
El arreglo de la carretera compete al Instituto Nacional de Vías y el Ministerio de Transportes, que hicieron obras de mitigación mediante contratos que surgen en el marco de la calamidad pública con el fin de conjurar la emergencia y así habilitar el eje vial que comunica al departamento Norte de Santander con la Costa Caribe.
Corresponde entonces a la Agencia Nacional de Infraestructura efectuar estudios técnicos a profundidad para determinar cuál va a ser la solución definitiva, precisó Sánchez.
Asimismo, el servicio geológico colombiano debe realizar el análisis de toda la cuenca hidrográfica desde la vereda El Molino, comprensión rural de Villa Caro para determinar los riesgos de otras réplicas.
En marzo se estará conociendo el diagnóstico real de la vulnerabilidad de la cordillera y los planes de contingencias a seguir para un nuevo trazado.
Lea además: Campesinos temen una tragedia anunciada en Ábrego y Villa Caro
Esos informes servirán de insumos a los profesionales de la ingeniería con la finalidad de adecuar una variante con su respectiva inversión.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
