Mientras todo el mundo estaba angustiado y con incertidumbre por la pandemia, la señora Mariela Granados del barrio El Carretero de Ocaña, fue valiente y reinventó una estrategia para mejorar los ingresos económicos del hogar.
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Prepara con dedicación y constancia un colágeno casero de las escamas de pescado, por lo general arrojadas a la caneca de la basura. La inquieta mujer encontró propiedades curativas como solución a los dolores articulares y problemas de la piel de los coterráneos.
El mérito de este producto, además de los beneficios para la salud humana, es su fácil consumo a través de una gelatina que ofrece en la tienda hasta donde acuden las personas con dificultades en los huesos para encontrar alivio a sus dolencias.
Ante las peticiones de los compradores, tomó la decisión de elaborar todos los días el producto de gran aceptación entre los habitantes de la provincia de Ocaña.
La ama de casa y los comensales dan fe de los poderes curativos del alimento que se vende como ‘pan caliente’ para los problemas de rodillas, brazos y manos. Además, la gente lo utiliza de manera estética para restituir tejidos de la piel.
Su esposo, Richard Sanguino Sánchez es el encargado de recolectar la materia prima pues desde niño conoció los secretos del pescado, ya que todos los familiares se han dedicado a la venta del producto.
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Lleva unos 40 años recorriendo las calles de Ocaña y nunca se le había ocurrido utilizar la escama, la botaban, hasta que a la compañera sentimental se le ocurrió la idea de cocinarlas y hacer gelatina. La noticia se fue propagando y desde todos los municipios de la región preguntan por ese aperitivo rico en calcio.
La idea es trascender y conquistar nuevos mercados a nivel nacional para fortalecer los cartílagos y aliviar los dolores de huesos de los colombianos.
Los protagonistas
Echando mano de la sabiduría popular, Mariela Granados, el artífice de ese método natural explica las propiedades de ese producto.
“Sirve para la piel, las manchas de la cara, las arrugas, dolencias en los huesos y las articulaciones para personas de avanzada edad, con dificultades en las rodillas para caminar. Es colágeno puro, sin ningún químico que ayuda mucho a la mejoría”, señala con una sonrisa por la misión cumplida.
La idea surgió porque mucha gente preguntaba por las escamas para hacer remedio y tenía al esposo que todos los días manipulaba los peces. “Siempre he colaborado y un buen día le dije, vamos a cocinarlas, vemos cómo nos queda y si tienen un sabor feo no la consumimos, pero todo salió bien”.
Indica que es un proceso bastante dispendioso pues hay que dejarlas de un día para otro en remojo, lavarlas muchas veces, luego se escurre, se cocina durante más o menos dos horas, y cuando está fría se licúa, se cuela y se envasa en recipientes agradables en la nevera para que mantenga la consistencia.
“Lo hice con una señora, comimos, nos percatamos que no tenía sabor, ni olor alguno, y haciéndolo uno mismo se entiende que es un producto puro, no se le echa nada. Allí empezamos y gracias a Dios nos ha ido bien”, recalca.
Inicialmente experimentó con esencias de naranja, fresa, piña y limón; sin embargo, entendió que a la gente le gusta el natural más agradable y comible.
No descarta en un futuro elaborar cremas para untar en la piel y consolidar la naciente empresa. Por ahora trabajan en el posicionamiento de marca y más adelante piensan en montar algo más grande.
Mientras tanto Richard Sanguino recomienda comer mucho pescado para la digestión y como aperitivo la gelatina. “Sirve para muchas cosas como la memoria, los ojos, el cabello y la piel. Fortalece los huesos e incluso como afrodisiaco”.
No se habían percatado de ese valor agregado como es la escama. “Llevo mucho tiempo vendiendo, no me había dado cuenta de las bondades, ya que siempre la botábamos, nuestros abuelos nos decían que utilizáramos esas piezas y no los escuchábamos. Ahora con las redes sociales entendimos la importancia de utilizar todo. Estábamos lanzando la plata a las alcantarillas”, reiteró.
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Asegura que el producto es confiable, natural, sin químicos, ni preservantes. Así ha levantado a los hijos y lo recomienda a la gente. La idea es crear una microempresa y promocionar la gelatina en otras latitudes.
Testimonios
Luzmila Pacheco, es una asidua compradora ya que curó a su esposo con problemas de motricidad. “Durante mucho tiempo lo suministra a su marido, con un diagnóstico de desgaste de los discos de la columna vertebral. Lo preparaba con esencia de vainilla para disimular el sabor de pescado y en jugos, pero ahora que encontramos la fábrica, ya no tenemos que preparar las escamas, es más fácil”, reitera.
Mientras tanto de manera silenciosa, la señora Mariela cocina las escamas para la preparación del producto y así hacer un valioso aporte a las personas con problemas en el sistema óseo.
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Corresponden a sencillos tratamientos caseros de gran efectividad, pues además de disfrutar de un suculento plato acompañado de ensalada y plátano, la escama puede aliviar muchas dolencias.
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