En visita de inspección hecha por el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, al Centro de Detención Transitoria (CDT) de Ocaña, en Norte de Santander, pudo comprobar que el hacinamiento supera el 260% y corroboró una vez más las difíciles condiciones en las que se encuentra esta población en todo el país.
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“Lo que encontramos es la radiografía de lo que hemos venido denunciando insistentemente desde que asumí como Defensor del Pueblo: vulneración de los derechos fundamentales de los detenidos, la gran mayoría, si no todos, como sindicados. No existen condiciones dignas porque muchos de ellos se enfrentan a tratos degradantes, y la infraestructura y lo relacionado con la salubridad son infrahumanas”, aseguró Camargo.
Los niveles de hacinamiento de los CDT en todo Norte de Santander, basados en un informe de la Defensoría, superan el promedio nacional en lo que a ese tipo de centros se refiere, que es de aproximadamente el 140 por ciento.
Esos espacios no cuentan con las características adecuadas para que una persona esté recluida más de 36 horas. El total de detenidos en el departamento asciende a 773, cuando la capacidad de las instalaciones solo es para 214, lo que corresponde al 313% de hacinamiento.
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“La problemática no está siendo enfrentada como debe y tiene que ser. El Gobierno Nacional y los entes competentes están en la obligación de poner en marcha soluciones estructurales, integrales, de fondo”, llamó la atención el Defensor del Pueblo.