El abandono estatal producto del centralismo, explotación indiscriminada de las riquezas, las precarias condiciones de las arterias viales, como consecuencia de los accidentes geográficos, y el conflicto social vivido durante décadas ha despertado el interés de las comunidades de conformar un territorio apartado de los vicios de la política tradicional. Así argumentó la propuesta de crear el nuevo departamento ‘Sur Caribe Colombia’ el vocero cívico y periodista del municipio de Aguachica, Euclides Alsina Granados.
Mientras para unos la idea es descabellada pues se planteó en la década de los 60 y hasta la fecha ha sido imposible, para otros, es la oportunidad de aplicar la Ley 1454 Orgánica de Ordenamiento Territorial cuya finalidad “es promover el aumento de la capacidad de descentralización, planeación, gestión y administración de sus propios intereses para las entidades de integración, fomentar el traslado de competencias y poder de decisión de los órganos centrales o descentralizados de gobierno en el orden nacional hacia el nivel territorial pertinente, con la correspondiente asignación de recursos”.
En esa lucha se han embarcado abogados, comerciantes, líderes sociales, pescadores, maestros, mecánicos, artistas, periodistas, sacerdotes, exalcaldes, concejales y mujeres emprendedoras que han dejado hasta la última gota de sudor para mejorar las condiciones de vida de las futuras generaciones.
Ahora, en plena pandemia renace la iniciativa de conformar un ente territorial con autonomía propia para generar el progreso y desarrollo de los municipios del sur de los departamentos del Cesar, Bolívar, El Carmen y La Esperanza en Norte de Santander con una población cercana a los 500.000 habitantes.
Estaría conformado por los entes territoriales del Cesar como Río de Oro, Pailitas, Tamalameque, La Gloria, Gamarra, San Martín, San Alberto, González, Pelaya y Aguachica.
En Bolívar: Santa Rosa, Simití, Morales, San Pablo, Canta Gallo, Regidor, Río Viejo, Norosí y Arenal.
Por Norte de Santander se unirían los municipios de La Esperanza y El Carmen, que limita con Venezuela; de esta manera, el nuevo departamento tendría una zona fronteriza con el vecino país.
Versiones encontradas
Distintas reacciones se han escuchado en la región en torno a esa propuesta que puede generar impacto regional, pero muchos la ven muy lejana.
El alcalde del municipio de El Carmen, Wilfredo Gélvez, aseguró que desde hace varios años viene escuchando esa iniciativa, pero no la conoce a fondo.
“De mi parte sería no muy responsable dar un concepto sin antes conocer las reglas de juego sobre el rol del municipio en el nuevo territorio y el presupuesto para los proyectos de inversión.
“Si la capital fuera Aguachica desde el punto de vista geográfico a nosotros nos convendría por la cercanía y el intercambio comercial, pero habría que conocer más detalles de la extensión del territorio”, puntualizó.
El secretario de Gobierno de La Esperanza, Elías Palomino Ovallos, señaló que aunque no han sido convocados a una reunión para explicar la iniciativa se ha dado a la tarea de averiguar los alcances.
“En cierta parte nos veríamos beneficiados, ya que para trasladar a un paciente tenemos que atravesar la cordillera hasta Ocaña o en el peor de los casos Cúcuta. En cambio con Aguachica, a una hora y media de distancia por la Ruta del Sol podemos salvar vidas”, reiteró.
Por su parte el periodista y licenciado en administración educativa, Sigifredo Marchena Padilla, califica la idea como descabellada.
“La segregación demanda un proceso largo, eso no es soplar y hacer botellas. Una emancipación requiere de muchos recursos propios y acuerdos institucionales. Pretender armar un nuevo mapa territorial exige muchas condiciones políticas y no están dadas. Aguachica con 130.000 habitantes no tiene un liderazgo político…”, mencionó Marchena Padilla.
Las potencialidades
El promotor de la idea, Euclides Alsina, insiste que el nuevo departamento es viable para la región Caribe, rica en oro, cobre, uranio, cal, petróleo y mármol con el fin de reinvertir recursos que se han llevado durante toda la historia.
Aseguró que otro potencial económico es el río grande de la Magdalena, una vez se recupere la navegabilidad y se active el puerto multimodal en Gamarra para el transporte del carbón.
También se pueden desarrollar planes turísticos y lamentó el inconcluso proyecto del cable aéreo proyectado desde Gamarra-Ocaña-Cúcuta. “Se robaron la plata por la venta de Panamá y no alcanzó para terminarlo. Ahora sería valioso”, indica Alsina Granados.
Propone hacer en Aguachica la Primera Cumbre de Reordenamiento territorial de manera semipresencial para definir la suerte de los nuevos departamentos como Sur Caribe, La Mojana, La Depresión Momposina y el eje cafetero.
“Estamos elaborando un mapa geográfico de lo que sería este nuevo departamento, que ayudaría a los miembros del comité construir el proceso. Una vez aprobado, será presentado al Congreso de la República para su respectivo debate y audiencia pública. Si fallamos echamos mano de la otra alternativa y es la consulta popular, póngale la firma”, recalcó Alsina Granados.