Los errores cometidos durante los procedimientos administrativos a nivel laboral y ejecución de obras, para ponerla a tono con las exigencias del ministerio de Transporte, tienen sumida en una profunda crisis económica a la Terminal de Transportes del municipio de Ocaña.
El gerente de la central de transportes, Jairo Peñaranda indicó que el saldo con acreedores y por demandas supera los 800 millones de pesos.
“Corresponde al nuevo alcalde, Emiro Cañizares Plata, coordinar con los miembros de la Junta Directiva alternativas para evitar los embargos. El mandatario ordenó una revisión minuciosa de los documentos como mayores accionistas para conocer la realidad y tomar decisiones de fondo. A mediados del mes de febrero tendremos un consolidado de los informes financieros de la Terminal”, señaló Peñaranda.
Por su parte, el directivo, Román Alberto Jácome Pérez, espera la realización de la Asamblea con el fin de trazar alternativas para superar la crisis acumulada durante muchos años.
El vocero del gremio transportador, Ramón Peinado aseguró que la Terminal de Transportes nació muerta, pues asignaron una nómina de lujo que no pudo sostener y ahora sufre las consecuencias.
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Recomienda buscar una figura más funcional para la recuperación de la estructura con ganancias para los socios. “Desde la construcción hace casi 20 años, no ha dado ganancias y se debe replantear esa situación”, recalcó.