En un mundo dominado mayormente por hombres, una intrépida joven de Cúcuta ha venido conquistando el escenario del stunt moto, demostrando que la pasión y la perseverancia pueden romper cualquier barrera. Veisy Natalia Salcedo Quintero es, por ahora, la única mujer en la ciudad que se dedica de lleno a esta emocionante disciplina, y su historia es una inspiración.
Todo comenzó con su primer amor: una pequeña motocicleta AX100 que le regalo su padre Víctor Salcedo. Este gesto no solo marcó el inicio de su carrera en el stunt, sino que simboliza la fuerte conexión entre padre e hija. El número 522, plasmado en su moto, representa la fecha de cumpleaños de ambos, un vínculo que fortalece su determinación.
“Toda mi familia me apoya, porque han visto mi proceso y saben que le he metido pasión a esto. Mi papá fue el primero que creyó en mí y me regaló la consentida (primera moto), por eso le hice ese tributo con el número que me identifica en el stunt. Mi patrocinador oficial es mi papá”, comentó.
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Hace 8 años, Veisy comenzó sus acrobacias. La adrenalina corriendo por sus venas se remonta a su infancia, cuando junto con sus amigos practicaba en las calles de su barrio La Libertad, pero no fue sobre una moto. Inició con una bicicleta, donde perfeccionó sus habilidades y ganó confianza para enfrentar el reto de las dos ruedas.
Actualmente, dedica dos horas diarias de entrenamiento, de lunes a viernes, en un lugar cercano al centro comercial Jardín Plaza, perfeccionando sus trucos y aumentando su destreza.
La pasión por los trucos la llevó a adquirir su segunda moto, una DT125, con las ganancias que obtuvo de sus presentaciones. Ha llevado su talento a nivel nacional, participando en espectáculos de stunt donde sus acrobacias dejan sin aliento a la audiencia. A pesar de estar inmersa en una disciplina poco convencional, la joven de 19 años se enorgullece de mantener su feminidad intacta, rompiendo estereotipos y demostrando que la valentía y el estilo no están reñidos.
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Las habilidades de la cucuteña han sido adquiridas empíricamente, un testimonio del poder de la dedicación y la voluntad. Sus presentaciones le han permitido ganar entre 1 y 2 millones de pesos por un espectáculo completo, una recompensa justa por su arduo trabajo y por ser pionera en este campo en la ciudad.
“El stunt es la mejor escuela que he tenido. Me ha enseñado que si nos caemos nos tenemos que volver a levantar con más fuerza y que a pesar de los errores siempre se puede mejorar. Siempre estoy practicando y aprendiendo nuevos trucos, porque esta disciplina es de innovar todos los días, para que así la gente no se aburra de lo que ve”, aseguró la joven que realiza alrededor de 12 acrobacias como, ‘Mano al piso’, ‘El Cristo’, ‘Pie parrilla’ y ‘El muertazo’.
En sus competencias, Veisy no solo enfrenta a hombres, sino que también compite con otras mujeres, demostrando que el género no limita las posibilidades en esta disciplina. Ha realizado increíbles piruetas tanto en motos pequeñas como en modelos de alto cilindraje, como la impresionante Kawasaki KLR650.
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Sin embargo, su sueño trasciende sus logros personales. Veisy anhela que Cúcuta cuente con un espacio legal dedicado a la práctica del Stunt Moto. Con la determinación que la caracteriza, trabaja incansablemente para hacer realidad este deseo y brindar a las generaciones futuras un lugar donde puedan cultivar su pasión de manera segura y legal.
“Aparte de ser un deporte muy admirado por niños y adultos, actualmente tiene muchos beneficios y formas de salir adelante. Nosotros los que practicamos día a día y verdaderamente representamos a Cúcuta en diferentes eventos y ciudades, merecemos tener un lugar sano, donde podamos practicarlo. Muchos dicen que son stunt, pero pocos lo hacemos profesional y sanamente”, concluyó la joven.
La historia de Veisy Salcedo es una inspiración, un recordatorio de que el compromiso y la determinación pueden abrir nuevos caminos, incluso en los campos más inusuales. Cúcuta tiene en Veisy a una valiente joven que está cambiando las reglas del juego en el mundo del stunt moto, y su deseo de un espacio legal para esta disciplina podría allanar el camino para generaciones futuras de apasionados del motor.
La importancia de la Liga
La Liga Nortesantandereana de Motociclismo abarca varias modalidades: motovelocidad, enduro, velo arena, freestyle y el stunt.
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Sin embargo, Linda Silva, presidenta de la Liga, manifestó que la ciudad no cuenta con espacios para la práctica del stunt y solo se realiza cuando hay eventos de la Liga, más no independiente porque se debe cumplir con unos requerimientos.
La dirigente dijo que hasta el momento no cuentan con ningún club de stunt afiliado y los que hay son recreativos y deben ser deportivos. Por ello cuando hay un evento de carreras son invitados a hacer exhibiciones nada más. “Hemos pedido que se organicen y se afilien a la Liga. El costo es de dos millones de pesos”, dijo.
Para ello deben tener el reconocimiento deportivo que da el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (IMRD). No obstante los requerimientos para una presentación de un certamen de stunt debe contar con el aval de la Liga y tener pólizas contra terceros, permiso de la Alcaldía y de las autoridades de Tránsito, servicio de paramédicos, bomberos y seguridad de vallas para evitar cualquier accidente.
Historia de la disciplina
El stunt es tomado del bicicrós o BMX y con el tiempo se fue cimentado. Hoy en día lo practican miles de jóvenes en el mundo.
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Nació en la década de los 70 en los Estados Unidos, pero el brasileño AC Farías, exbicicrocista fue quien lo popularizó a finales de los 80 y en Colombia se practica desde entonces.
El stunt bike consiste en hacer acrobacias en motocicleta en una pista o cancha, donde el piloto debe ser creativo y tener buena habilidad en el manejo y control de la máquina.
Hay variedad de esquemas, ejercicios o movimientos que el piloto debe saber ejecutar con mucha técnica y concentración porque es un deporte riesgoso que puede ocasionar lesiones.
En Cúcuta esta modalidad se viene practicando desde hace años y se ha hecho, de alguna manera, de forma clandestina evitando a la Policía debido a que no existe un espacio o escenario específico para entrenar y podrían acarrear un comparendo por realizar maniobras peligrosas.
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Los pioneros
El cucuteño Jonathan Stiven Casas, uno de los pioneros en esta modalidad, cuenta que en la actualidad hay cerca de 30 deportistas dedicados en la ciudad y en todo el país -calcula- más de 10.000.
“Empezamos en el 2005 haciendo ‘el caballito’ (levantar la rueda delantera) y fui aprendiendo poco a poco. Antes era corredor de pruebas de motovelocidad y me pasé para este nuevo estilo”, recordó.
Jonathan, de 38 años, sostuvo que conoció al español Andretti García quien llegó a Cúcuta a radicarse, pues tenía familiares, y es quien le terminó enseñando qué es el stunt.
“Llegó un ‘parcero’ (amigo) que se llama Andretti, nos hicimos amigos, comenzamos a armar (acondicionar) las motos y empecé a ver cómo era la cuestión del stunt, de los trucos y acrobacias. Le aprendí a él y entre los dos fuimos armando un grupo que se llama Biker Stunt Cúcuta, fue el primer club, y donde se nos empiezan a ‘pegar’ muchos pilotos. Comenzamos a entrenar los fines de semana e incluso entre semana, pero no nos dejaban y tocaba practicar en los lugares más apartados”, relató Casas.
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El motociclista dijo que después los fueron llamando para hacer presentaciones donde lo que cobraban era poco, pero una vez conocidos les empezaron a salir eventos mejor pagos. La oportunidad más grande fue en 2015 cuando actuaron en el show del rapero Nicky Jam en Medellín, ciudad donde el stunt cobra cada día más fuerza.
“Ahí empezamos a rodearnos de los mejores pilotos de todo el país. Así nació el stunt en Cúcuta”, contó.
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