Después de cinco días de tire y afloje por la Alcaldía de Villa del Rosario, situación que mantenía la incertidumbre entre los habitantes del municipio fronterizo, el nuevo mandatario Carlos Julio Socha finalmente pudo empezar a despachar ayer en la tarde.
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Aunque el dos veces alcalde de la localidad metropolitana recibió el viernes la credencial que le hacía falta para legalizar su posesión, solo hasta el mediodía de ayer fue levantada la suspensión que le impedía asumir funciones.
Como se recuerda, Socha tomó juramento el pasado martes 22 de marzo, ante la jueza primera promiscua municipal de Villa del Rosario, Malbis Ramírez Sarmiento, después de que el 17 de marzo quedara debidamente ejecutoriada la sentencia que sacó del cargo a Eugenio Rangel Manrique, pero apenas un día después, la posesión quedó congelada porque le faltaba presentar la credencial expedida por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander.
Tan pronto les entregaron el documento, los abogados de Socha lo remitieron al Juzgado de Los Patios, y aunque esperaban que la medida fuera levantada el lunes en el transcurso del día, esto no ocurrió, lo cual aumentó la tensión en el municipio histórico.
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Hasta el Concejo le envió una carta al gobernador Silvano Serrano, pidiendo mediar en la situación, pues advirtieron que Villa del Rosario se encontraba frente a un limbo jurídico que estaba afectando la prestación de servicios a los rosarienses.
Niegan tutela
A la vez que se levantó la medida cautelar que mantenía en suspenso la posesión de Socha como nuevo alcalde, ayer se conoció que el Juzgado Civil de Los Patios rechazó por improcedente la tutela que había sido instaurada por el saliente mandatario, Eugenio Rangel Manrique, y que fue la que dio origen a la suspensión de la toma de juramento.
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Con este recurso, Caballito, como es conocido popularmente el exalcalde, pedía que se le respetara el derecho al debido proceso y se anulara el acta de posesión de Carlos Julio Socha, por no contar con la respectiva credencial al momento de cumplir con ese trámite.
Al respecto, el juez de tutela consideró que si bien en un principio el nuevo alcalde no debió posesionarse sin cumplir con el lleno de los requisitos, con la expedición de la credencial por parte del Tribunal quedó subsanado ese vacío.
En consecuencia, ordenó no acoger la acción de tutela, “por hecho superado”.
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