El Consejo Nacional Electoral (CNE) le puso la lupa a las cuentas de la campaña presidencial de Gustavo Petro, después de hacerle un requerimiento de información a quien fue el gerente de esa campaña, Ricardo Roa, sobre lo gastado en la segunda vuelta.
Este organismo electoral le pidió a Roa que rindiera cuentas después de conocer una serie de observaciones sobre aparentes inconsistencias contables, que fueron formuladas por la empresa de auditoría Nexia Montes y Asociados, contratada por el CNE.
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Esta firma auditora que contrató el CNE entregó informes en los que se señala que al parecer hubo una aparente maniobra de cambio de cifras en las facturas en campaña del actual jefe de Estado que habría sido hecha para que los gastos se mantuvieran dentro de los topes legales de financiación.
En esa línea, la empresa encargada de la auditoría informó que se habrían realizado pagos por parte de la campaña de Petro a empresas que no habían sido constituidas en el momento del desembolso y donaciones en especie que no aparecen registrados en los libros.
Entre las alertas emitidas en los informes sobresalió una frente a posibles irregularidades en una factura de una empresa de seguridad que habría “salvado” a la campaña de Petro de pasarse los topes de financiación fijados por ley.
Además, se señaló que en la primera vuelta los gatos estuvieron cerca de violarlos topes establecidos. Esto se evidenció en los 28.517 millones de pesos reportados como gasto por la campaña de Petro frente al tope legal de 28.536 millones de pesos.
Esto se traduce en que en los libros de la primera vuelta presidencial la campaña del actual Mandatario estuvo a tan solo 19 millones de pesos de sobrepasar el límite legal establecido en materia de gastos y alcanzó el 99,3% de lo permitido.
En la auditoría se evidenció que esos topes estuvieron a punto de violarse, pero no fue así gracias a que hubo una reversión de una factura de la empresa de vigilancia “Olimpo Seguridad”, con la que la campaña de Petro había contratado un grupo de escoltas por 77 millones de pesos.
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Esta contratación se hizo efectiva entre el 2 y el 29 de mayo, es decir días antes de la segunda vuelta presidencial, y pese a la primera cifra pactada en la factura inicial del 5 de mayo, 11 días después se anuló la mitad del cobro y la empresa devolvió 38 millones de pesos.
Ese movimiento de cuentas permitió que la campaña de Petro no excediera los topes legales de gasto, lo que ha llamado la atención de la firma auditora contratada por parte del Consejo Nacional Electoral.
Al respecto, el gerente de campaña de Petro, Ricardo Roa, quien suena para ser el próximo presidente de Ecopetrol, le aseguró a la revista Cambio que el contrato se modificó con un otrosí porque súbitamente se definió que necesitarían solo cinco escoltan en lugar de 10.
Además de esta aparente jugada con las cuentas, el CNE le puso la lupa a otras irregularidades, ya que en los informes se detalló que, por ejemplo, no aparecen los pagos de arriendos ni registros de donación en especie de las sedes de campaña de Petro en Cali y Montería.
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