La campaña presidencial que tendrá lugar en dos años se anticipó y desde el presidente de la República, Gustavo Petro, para abajo, hoy son muchos los que ya hablan del asunto. La discusión ha ido tomando cada vez más fuerza por cuenta de las encuestas de favorabilidad e imagen que están a la orden del día, y los destapes prematuros de posibles precandidatos.

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Uno de los que aparece en el radar desde hace un buen tiempo es el exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, quien en 2018 y 2022 fue protagonista de la carrera por la Presidencia de la República, pero al que todavía ese objetivo no se le da.

Aunque su nombre es uno de los que figura hoy en el sonajero de presidenciables, Fajardo prefiere ser más mesurado al referirse a sus futuros proyectos en la política, pues considera que no es momento para hablar de campañas y que aún queda un largo trecho para las definiciones.

No obstante su cautela, el excandidato viene recorriendo desde hace algún tiempo el país para “escuchar”, conocer de primera mano qué es lo que está sucediendo en las regiones y “compartir con amigos”, pues algo de lo que sí dice estar plenamente seguro, es que Colombia necesita cambiar la forma de hacer política.

“Por supuesto, estoy hablando de nuestro país y escuchando mucho. No es el tiempo de la campaña, es el tiempo de la reflexión, de escuchar, pero también de compartir lo que pienso”, aseguró.

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Esa correría, que indudablemente tiene implícito el sello de una eventual aspiración,  lo trajo ayer a Cúcuta, en donde encabezó diferentes actividades, como encuentros con miembros de su partido Dignidad y Compromiso, además de una conferencia organizada por la fundación El Cinco a las Cinco, en la que se refirió a la situación actual del país.

En diálogo con La Opinión, Sergio Fajardo, quien ahora está mucho más activo en las redes sociales y no ha escapado a las discusiones con el presidente Petro, aseguró que, definitivamente, “Colombia va mal”.

“La ‘Paz total’ es un  caos, la educación es un caos, hay cero lucha contra la corrupción. Hoy tenemos un país lleno de incertidumbre, de confrontación, de dudas, malestar, insatisfacción, rabias. Entonces, ese no es un buen panorama para el país. No estamos en un buen lugar, no vamos por buen camino y no es que uno quiera estar hablando de estas cosas. ¿Qué me gano yo diciendo eso? Pero lo que sí puedo es reivindicar que la política se hace de otra manera”, cuestionó el excandidato.

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Para Fajardo, esta radiografía a la que se enfrentan los colombianos pasa, necesariamente, por la falta de un verdadero liderazgo y como consecuencia de “la mentalidad” del propio jefe de Estado.

“El presidente pasa por diferentes estados de ánimo, pero al final termina generando caos. Es una mente errática, caótica. Por supuesto, eso se convierte en que no funcionan las cosas. Él llegó prometiendo una gran cantidad de cosas, pero pasar de las palabras a las acciones hay un trecho muy grande y el presidente no tiene esa capacidad, no es su personalidad y, desde mi perspectiva, tiene al país sumido en una situación caótica en la que no sabemos para dónde vamos”, reiteró.

Futuro desalentador

Fajardo dice que aunque quisiera equivocarse y que lo que está planteando no sea una realidad en los próximos dos años, tal y como van las cosas, a Colombia le espera una gran confrontación en lo que resta del actual gobierno.

“Él (Petro) no se reúne con los ministros, no se sienta con las personas a trabajar; habla, dice y los otros tienen que seguirlo atrás, a ver cómo lo interpretan, a ver qué hacen, pero de esa manera no llega a ninguna parte. Nos esperan dos años de confrontación, caos e incertidumbre. Lo complejo es que esa incertidumbre se puede convertir en el malestar de mucha gente, en frustración, y eso no es lo que necesita Colombia”, considera el también cofundador del Partido Dignidad y Compromiso.

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Dice que quienes como él han gobernado saben que este no es un proceso fácil, que cuatro años son poco para todo lo que se debe trabajar y por eso fue enfático en que lo que el presidente no puso a andar en estos primeros dos años de administración, difícilmente lo podrá conseguir en el tiempo que queda.

“Va a quedar un desorden muy grande, porque se necesita claridad, estrategia, objetivos precisos. Se necesitan equipos preparados, que entiendan los temas y la capacidad de hablar con la sociedad”, anticipó.

Con relación a una de las principales preguntas que se hacen hoy muchos colombianos, incluidos algunos de quienes votaron por Gustavo Petro, sobre por qué a estas alturas del camino no se empiezan a ver los cambios prometidos en la campaña del 2022, Sergio Fajardo fue tajante al señalar que la razón es: “Porque la manera como se gana así se gobierna”.

“Por decir eso me he ganado todos los insultos, pero mire lo que está pasando hoy. Mire, por ejemplo, lo del señor Benedetti. Mientras no se cambie la forma de la política y se pueda llegar al poder sin hacer trampa, sin comprar votos, sin engañar a la gente, todo termina siendo otro capítulo más de lo mismo”, dijo.

Elecciones 2026

Sobre las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en dos años, Sergio Fajardo prefirió no adelantarse y tampoco anticipó abiertamente si será candidato otra vez.

“Vamos a ver, es que falta mucho todavía. Las campañas son difíciles, duras, producen muchos malestares, muchas cosas. Estoy participando con mi equipo Dignidad y Compromiso, señalando muchas cosas, pero la campaña será más adelante”, respondió.

Lo que sí dejó claro es que el país tiene que encontrar una nueva senda y por eso aseguró que a él no lo verán nunca haciendo parte de la eventual alianza que está proponiendo el expresidente Iván Duque, para hacerle frente a la continuidad del proyecto progresista.

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Justamente, Fajardo reconoció que uno de sus grandes errores en 2022 fue “vender” su identidad política.

“En el 2022 quedé atrapado en una forma tradicional de la política. ¿Cuál era la diferencia?, nada. Con políticos comunes y corrientes. Perdí la identidad”, admitió.

Por eso, aseguró que lo que no va a pasar con él esta vez es empezar desde ahora a juntarse con “un montón de gente, para ver qué tienen. Esa película ya está vista y es una película de horror”.

“Creo que es la oportunidad de una política distinta, duélale a quien le duela. Una política en la que se puede ganar sin robar. Donde se pueda convocar a personas de diferentes partidos. Estoy seguro de eso”, manifestó.

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