La ministra de Salud, Carolina Corcho, le quedó mal por segunda vez a los partidos Conservador, Liberal y La U. Estas tres colectividades le habían hecho un ultimátum al Gobierno para condicionar su apoyo a la reforma a la salud con la inclusión de 134 proposiciones conjuntas, pero finalmente decidieron dar el brazo a torcer porque les rechazaron la mayoría de esas propuestas.
Los jefes de esos partidos, Efraín Cepeda, César Gaviria y Dilian Francisca Toro, respectivamente, se citaron en privado a un cónclave este jueves en el que llegaron a la conclusión de que no respaldarán la reforma porque la Ministra de Salud volvió a hacerles el ‘feo’ a sus sugerencias, rechazando el 73 % de las mismas, lo que se traduciría en la muerte política del proyecto reformista.
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Esto se debe a que esta triada de partidos tradicionales dio por hecho que se convertirá en un ‘palo en la rueda’ para la reforma ya que, según Cepeda, “del total de las proposiciones solo acogieron el 27 % y de las propuestas prioritarias, que son la del modelo mixto, la libre escogencia y las gestoras de salud y vida, solo acogieron 19 de las 95 proposiciones, o sea menos del 20 %”.
La reforma quedó desahuciada
Ante la renuencia de esos tres partidos, por segunda ocasión en menos de un mes, las cuentas que había hecho la Casa de Nariño para lograr la aprobación de la reforma en la Comisión Séptima de la Cámara terminaron desbaratadas, ya que los congresistas de esas colectividades se verían obligados a votar en contra del proyecto.
Los cálculos virtuales de la votación del primer debate estaban en 8 votos a favor de la ponencia positiva, 6 en contra y 7 todavía sin definir, pero ante este cambio en el panorama político las cuentas se inclinarían aún más en contra de los intereses del Gobierno.
Con estas nuevas posturas los votos se rebarajarían así: 8 a favor (4 del Pacto Histórico, 2 de curles de paz, 1 de Comunes y 1 de la Alianza Verde), 12 en contra (4 del Liberal, 2 del Conservador, 2 de La U, 2 del Centro Democrático y 2 de Cambio Radical) y solo quedaría un voto por definir (de la Alianza Verde). Si esto se materializa, la reforma se hundirá.
Aunque ese voto es convencible para el Gobierno, al tratarse del representante Juan Camilo Londoño –de la Alianza Verde–, 9 apoyos no serían suficientes para que el proyecto tenga luz verde en su primer debate, debido a que necesitará de al menos 11 votos positivos para garantizar matemáticamente la mayoría.
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Lo que llama la atención de este escenario es que al presidente Gustavo Petro se le ‘volteó el pastel’ en menos de 24 horas, y justo cuando él y los miembros del Pacto Histórico estaban más confiados en que esa triada de partidos podría cambiar de posición después de que dejaron la puerta abierta a comienzos de la semana a un posible respaldo si se consideraban sus propuestas.
Así lo dejó en evidencia el representante del Pacto Histórico, Agmeth Escaf, presidente de la Comisión Séptima, quien aseguró en la mañana de este jueves que “llegamos al punto más positivo de este proceso. Las líneas gruesas se han adelgazado tanto que nos dieron hilos en 133 proposiciones para poder hacer la filigrana que trabajaremos en el debate para que la reforma se apruebe”.
Pese a ese positivismo, la realidad resultó ser otra, ya que después del mediodía estalló el malestar de los partidos tradicionales. El primero en destapar su molestia fue Cepeda, quien se fue de frente contra Corcho. “No vuelvo a asistir a más reuniones (con la Ministra). ¿Para qué? Con tan solo el 20 % de acogida”.
En esa misma línea se pronunció Gaviria, quien insistió en que la ministra Corcho se niega a escuchar sus propuestas. “Queremos nuestras líneas rojas liberales en el proyecto, ella manda a decir que no. No tenemos nada más que hablar con la señora. No me presto para destruir el sistema de salud de los colombianos, conmigo y el Partido Liberal no cuenten para semejante acción”, apuntó el expresidente.
Ante este tenso escenario, los tres partidos acordaron que sus 8 congresistas en la Comisión Séptima de Cámara votarán negativo en la ponencia oficialista si sus más de 100 proposiciones definitivamente son descartadas, por lo que le pusieron al Gobierno el martes como plazo para decidir.
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Abundan las reformas de salud
El descontento desde varios sectores con la reforma oficialista y con la gestión de la ministra Corcho ha dado pie a una especie de ‘avalancha’ de contrarreformas que buscan hacerle contrapeso a la iniciativa de la Casa de Nariño. A las contrapropuestas que ya venían andando, entre ellas, las del Centro Democrático y Cambio Radical, esta semana se le sumaron dos más.
Resulta que esos dos partidos de oposición decidieron presentar el pasado miércoles una ponencia negativa con la que buscan que la reforma sea archivada argumentando que tiene vicios de trámite.
Por otra parte, este jueves el Partido Liberal radicó la ponencia alternativa con las 133 líneas rojas que difundió el expresidente Gaviria hace mes y medio y que exige que sean adoptadas por el Gobierno. Además, evalúan los tiempos para radicar su propia contrarreforma a la salud en la Comisión Primera del Senado.
Así las cosas, con el paso de los días el panorama se vuelve más turbio para el Gobierno y continúa oscureciéndose con la saturación de reformas a la salud que se acumulan en el Capitolio.
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