El fenómeno de los vapeadores viene tomando fuerza durante los últimos años a nivel mundial. En Colombia, si bien su uso se ha extendido con el paso del tiempo, diferentes sectores claman por la regulación de estos elementos que se han convertido en una alternativa para quienes buscan una opción diferente al cigarrillo tradicional, sumado a la actual variedad de opciones y sabores que brindan.

Expertos señalan que no deberían llamarse vapeadores, ya que ese término hace referencia a vapor de agua. El término científico es cigarrillos electrónicos o Sistemas Eléctricos de Administración de Nicotina (SEAN). Destacan que el vapeador es un concepto acuñado por la misma industria para minimizar el daño. Ya que cuando se dice “vapeo” no hace referencia a un término como fumar o consumir alguna sustancia y eso hace que la gente perciba menos la noción de daño. 

Según constata una encuesta de consumo de sustancias psicoactivas realizada por el Departamento Administrativo Nacional De Estadística (DANE), un 5 % de la población colombiana entre 12 y 65 años ha usado vapeadores o cigarrillos electrónicos alguna vez. 

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¿Los vapeadores realmente ayudan a dejar el cigarrillo?
La neumóloga Alejandra Cañas señala que hay métodos mucho más efectivos para dejar de fumar que el cigarrillo electrónico. “Está demostrado el daño que produce el cigarrillo electrónico en la persona que lo consume. Daño respiratorio, aumento de infecciones respiratorias virales y bacterianas, daños en pulmón y daño cardiovascular, además de estar asociado a patologías como el cáncer. De diez consumidores de cigarrillos electrónicos, ocho nunca han probado un cigarrillo tradicional, lo cual es una puerta de entrada a la nicotina de otra manera, y eso debe entrar en un proceso de regulación”, dijo la especialista. 

La invitación, desde el ámbito médico, es que los cigarrillos electrónicos queden regulados bajo las políticas que hacen parte del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, en el cual está suscrito Colombia. Así mismo, que tengan toda la regulación que tiene el tabaco normal. Esto implica todo un tema de venta y comercialización para que haya estadísticas recientes del impacto que está teniendo el consumo de cigarrillos electrónicos. 

Investigaciones

Especialistas del Semillero de Investigación Epigenética y Cáncer Pulmonar de la Universidad Javeriana de Bogotá, realizaron un informe sobre el uso de vapeadores, sus efectos y contraindicaciones a futuro. Luego de revisar más de 90 artículos científicos sobre los posibles efectos de este dispositivo, concluyeron que estos cigarrillos pueden generar efectos adversos a la salud de quien los consume. Destaca la evidencia que existen al menos 87 compuestos químicos en los cigarrillos electrónicos.

“Si uno revisa los empaques, difícilmente encontrará una etiqueta que mencione los ingredientes que el fumador está aspirando. En un cigarrillo electrónico puede haber compuestos ácidos, alcoholes, solventes y heterocíclicos. Muchas de estas sustancias que se generan en el proceso de vaporización son dañinas para la salud. “Faltan más estudios, pero la conclusión es que estos compuestos predispondrían a enfermedades asociadas con la respuesta inflamatoria, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, enfermedades del sistema inmune, alergias y cáncer”, indicó Camila Bernal, integrante del Semillero de Investigación Epigenética y Cáncer Pulmonar de la Universidad Javeriana de Bogotá. 

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Cúcuta

Como en otras ciudades del país, en Cúcuta se ha evidenciado un aumento en los consumidores de estos productos, al tiempo que se ha visto mayor presencia de establecimientos dedicados a la comercialización de cigarrillos electrónicos, tanto de forma física como virtual. 

Los usuarios, a su vez, señalan que si bien el mecanismo de regulación que exigen cambiaría su forma de uso, no tienen problema con acogerse a lo que indique la ley. “Yo probé mi primer vapeador a los 17 años, ya han pasado más de tres años desde esa ocasión y siendo mayor de edad sigo siendo consumidor de vaper”, manifestó un usuario de estos productos, señalando además que reconoce los riesgos de dicho consumo, como los que podría acarrear un cigarrillo tradicional. 

De la misma manera, existe un pequeño grupo de menores de edad que ha optado por consumir estos productos, muchos de los cuales los adquieren en el mercado informal. Frente a este particular, diferentes colectivos en favor de los derechos de los niños, niñas y adolescentes del país, apoyan la regulación como un camino de legalidad para su comercialización.

Regulación

En el Congreso de la República se tramita un proyecto de ley que busca crear un nuevo impuesto para los vapeadores, además de una reglamentación que regule su uso. Una iniciativa que ya fue aprobada en primer debate en la Cámara de Representantes, pero que está a la espera de enfrentar otras discusiones antes de convertirse en ley.

La Asociación Colombiana de Vapeadores (Asovape) señala que lo más importante es advertir que Colombia necesita de manera urgente una regulación. “Nosotros la promovemos y la vemos con todo el sentido de urgencia. El debate sobre los productos libres de combustión o vapeadores, suele percibirse como una disputa entre dos posturas presuntamente irreconciliables que esconde detrás un consenso sobre el que todas las partes insisten: Colombia necesita urgente una regulación diferenciada de estos productos”, manifestó Francisco Ordoñez, presidente de Asovape.

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Urgencia de control

Ordoñez señala además que la Ley 1335 de control de tabaco en Colombia ha sido un hito fundamental en la lucha contra el tabaquismo, sin embargo, sería irresponsable afirmar que lo que fue estudiado, analizado y discutido, pensando en un producto indiscutiblemente diferente a las alternativas libres de combustión, resolvería la discusión. 

“Se podrá llegar a una regulación adecuada cuando se entienda que estos nuevos productos de riesgo reducido son distintos a los productos de combustión como el cigarrillo tradicional y que deben ser regulados de manera diferenciada, estableciendo límites claros tanto en su proceso de comercialización, control de calidad, opción de elección del consumidor adulto dentro de las alternativas de reducción de riesgo y cesación tabáquica”, añadió. 

Entre los puntos que destaca el proyecto de ley están aspectos como prohibir la venta de cigarrillos electrónicos y vapeadores a menores de edad, establecer restricciones para el consumo de cigarrillos electrónicos en espacios cerrados y públicos e incluir advertencias gráficas sobre los efectos a la salud en los empaques de los cigarrillos electrónicos y vapeadores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que el consumo de tabaco es causante de la muerte de, al menos, 41 millones de personas anualmente. En Colombia, más de 34.000 personas mueren cada año por esta causa. 

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