El informe sobre el mercado laboral, entregado ayer por la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, dejó a Cúcuta (A.M) con cifras positivas, pues la tasa de desempleo bajó -1,1 puntos porcentuales (p.p.), en el trimestre octubre-diciembre, respecto al mismo lapso de 2022.

El indicador fue de 11%, con 53.000 desocupados, lo que dejó a la ciudad en el octavo lugar de la tabla de 23 urbes. 

La cifra representa 4.000 personas menos, en comparación con los últimos tres meses del año anterior (57.000).

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Piedad Urdinola indicó a La Opinión que, en la capital de Norte de Santander, el empleo fue jalonado en el último trimestre por alojamiento y servicios de comida (20,4%), actividades profesionales, científicas, técnicas y de servicios administrativos y, finalmente, otras ramas (12,6%), con contribuciones de 1,6 p.p., 0,8 p.p. y 0,5 p.p.

Las actividades que se contrajeron fueron administración pública y defensa, administración y atención a la salud humana (-6,7%), construcción (-3,5%) y transporte y almacenamiento (-3,4%), con aportes de -0,8 p.p. -0,3 p.p. y 0,2 p.p al desempleo.

‘Leve mejoría’

Entre octubre-diciembre de 2022 y el mismo periodo del año pasado, la tasa de ocupación creció 0,8 p.p., pasando de 53,7% a 54,5%. 

El área metropolitana ascendió de 413.000 a 423.000 trabajadores. Así, la población empleada aumentó en 10.000 personas. 

La coordinadora del Observatorio Regional del Mercado Laboral (Ormet), Sharyn Nataly Hernández Fuentes, indicó que los indicadores en Cúcuta han mostrado una “leve mejoría”. 

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“Esto tiene origen en la aplicación de políticas públicas que promueven en las empresas la contratación y permanencia de sus trabajadores, gracias a incentivos. Sin embargo, estas mejoras pueden resultar contradictorias con el alza salarial –de 12% vigente a partir de enero- y el aumento progresivo de cada uno de los aspectos contemplados en la reforma laboral”, añadió la economista. 

La también decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Libre afirmó que, igualmente, la reducción del desempleo obedece a estrategias que incentivaron el primer empleo, la vinculación de jóvenes y la estabilidad de la mano de obra femenina y de la población diversa.

“Adicionalmente, al incentivo dado en gobiernos anteriores al emprendimiento, como mecanismo de ampliación del tejido empresarial”, sostuvo la directora del Ormet.

Sharyn Hernández manifestó que se debe tener en cuenta que, en Cúcuta, el sector terciario, es decir, de servicios (reparación de vehículos y el comercio), es uno de los que más presenta variación en el empleo, sobre todo, porque tiene puntos estacionarios que implican un aumento significativo y gradual en el mercado laboral.

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Informalidad 

Piedad Urdinola señaló que Cúcuta (A.M.) registró una informalidad de 62,7%, lo que significó 0,9 p.p. menos frente a octubre-diciembre de 2022 (63,6%). La ciudad se ubicó en el cuarto lugar de la tabla.

En este punto, la coordinadora del Ormet expresó que la disminución no siempre responde a un aumento en la formalización, por lo que es necesario verificar las fuentes de información laboral de forma tal que se clarifique la formalidad en la contratación.

¿Qué se espera?

La economista Sharyn Hernández subrayó que el mercado laboral, en el país, ha tenido cambios importantes en su dinámica: la informalidad ha tenido un crecimiento constante y significativo y la formalidad, aunque se mantiene estable, se ha orientado, a veces bajo presión, hacia relaciones no reguladas por un contrato de trabajo.

Ante este panorama, ¿qué se puede esperar para los próximos meses? La decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Libre dijo que se espera un crecimiento del 2,2% en el empleo durante al año, de acuerdo con datos de Corficolombia, por lo que la ciudad podría estar en esa senda.

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Un análisis más general lo dio la economista de Scotiabank Colpatria, Jackeline Piraján, quien aseguró que, si bien el balance del año es positivo, hay algunos sectores que “están sufriendo un poco más para poder incrementar sus nóminas”, como la industria manufacturera y la construcción.

“Vemos que la creación de empleo tuvo un ímpetu muy importante hasta julio. Sin embargo, ya hace cuatro meses, finalizando en diciembre, notamos que contratar se vuelve más difícil”.

Pijarán sostuvo que esperan que esa desaceleración en la creación de los puestos de trabajo continúe, por lo que el 2024 puede ser un año en el que todavía la economía colombiana no va a recobrar crecimientos en su potencial.

Por esta razón, según la experta, podría al comercio y a las industrias en general costarles “un poquito más incrementar sus nóminas”. 

“Estamos esperando que la tasa de desempleo tal vez no tenga una mejoría frente a 2023”, concluyó Pijarán. 

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