Si algo quedó muy claro en el segundo encuentro del Acuerdo de la Frontera, realizado en Cúcuta el pasado jueves, con participación de empresarios venezolanos y colombianos, es que debe haber pronto una formalidad en las relaciones diplomáticas de ambos países, porque esto hará que haya una legalidad en las relaciones comerciales entre Táchira y Norte de Santander.
Durante la reunión, a la que asistieron los ministros de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña; y el de Transporte, Guillermo Reyes, los líderes gremiales del vecino país resaltaron la necesidad de que el paso de mercancías desde territorio colombiano se deje hacer a través de las trochas.
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Y es que mientras los compradores adquieren en Cúcuta un litro de aceite en alrededor de 13.000 pesos, en San Cristóbal está cerca de los 17.000 pesos. Otro ejemplo es la Harina Pan que, en Norte de Santander su precio oscila los 4.500 pesos; en Táchira la harina cuesta por encima de los 6.000 pesos.
Tiziana Polesel, presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) de Venezuela, indicó que, pese al cierre de la frontera, el comercio binacional por esta zona del país ha existido, “pero de manera informal”.
Manifestó que la venta de productos colombianos de contrabando, lo cual es muy difícil de cuantificar, ha hecho mucho daño al comercio legal en el vecino país, porque al transitar de manera informal no pagan impuestos y compiten de manera desleal con productos venezolanos que sí lo hacen.
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“Hay un diferencial de precios del 30% y 40%. Entonces, cuando se reabra la frontera, eso tiene que ajustarse… La reapertura va a hacer que se formalicen las relaciones y eso va a hacer que haya más oferta, más competencia, bajan los precios, sube la calidad”, expresó Polesel.
Para Carlos Fernández, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), la comercialización de productos colombianos ilegales es una realidad, lamentablemente; caracterizada por no tener ningún tipo de trazabilidad, sin cumplir la normativa de ambas naciones y sin conocer el origen.
“Estos productos no hacen contribuciones fiscales, no pagan IVA. Esos productos están allí y lo que queremos con la reapertura es darle formalidad, una forma organizada y tengan un trato equitativo para con el producto nacional”, destacó Fernández.
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Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), manifestó que buscan un nuevo ciclo de relaciones comerciales binacionales que sea un “ganar-ganar” y que esto sucederá al formalizar el intercambio.
Según cifras de Mincomercio, en el primer semestre de 2022, el intercambio de productos con el vecino superó los 318 millones de dólares. De este total, las exportaciones colombianas alcanzaron los 284,4 millones de dólares, un aumento del 125,6% con relación al mismo periodo del año pasado. La mayor parte de estas exportaciones, el 96,4%, corresponde a bienes no minero energéticos.
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