El banquete estaba servido. Era una res muerta en donde se congregaron a comer la carroña 27 cóndores de los andes.
Lea aquí: Ambientalista indígena lucha por el agua en Colombia
De acuerdo con los expertos e investigadores en temas ambientales y de animales silvestres, es la primera vez que un espectáculo como este se observa en el páramo de Almorzadero u otras regiones de Colombia.
El haberse dado ese gran número de cóndores despeja algunas dudas sobre la supervivencia de estas aves que están en peligro de extinción, y más cuando hace algunos meses tres cóndores fueron envenenados en zona rural del municipio del Cerrito (Santander), límites con Chitagá (Norte de Santander).
Ese acto encendió las alarmas a nivel nacional, porque cuando muchas personas y entidades trabajan por la conservación de la especie, campesinos inescrupulosos los están matando con carroña impregnada de plaguicidas.
En el pasado censo del cóndor andino que se hizo durante dos días en febrero de este año se registraron 63 aves de las cuales 34 corresponden a las regiones de Santander y Norte de Santander, que en esa oportunidad reportaron el mayor número de avistamientos.
Le puede interesar: Colombia no tendrá que indemnizar a Eco Oro por Santurbán
Sin precedente
El director de la Fundación Neotropical, Francisco Ciri narró a La Opinión que la bandada de cóndores fue vista en sector de Cruz de Piedra, en límites de los municipios de Cerrito y San Andrés, parte alta del páramo de Almorzadero.
Hasta ese punto, manifestó que llegaron Fredy Villamizar (comandante del cuerpo de Bomberos de Cerrito) y Carlos Grimaldo, profesional de campo e investigador del Parque Zoológico Jaime Duque, quienes no daban cuenta de lo que observan; contabilizaron 27 cóndores alimentándose de un bovino muerto.
“Este es el primer evento que se registra o documenta de manera oficial con tan alto número de ejemplares reunidos en un punto determinado en Colombia y más exactamente en el páramo de Almorzadero”, expresó.
Lea aquí: Cúcuta, referente en la reducción de contaminación del aire
El especialista considera que la situación no se puede determinar si es permanente o si hubo sincronía de varios grupos en ese sector; teniendo en cuenta que el páramo de Almorzadero hace conectividad con la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de Perijá y los parques naturales de Güicán, Cocuy y Chita.
Ciri recordó que en el pasado censo se observaros individuos en las localidades Villacaro, Cáchira Labateca, Toledo, Chita, Güicán, Cocuy, Parque Natural Tamá, Berlín, Perijá, Los Besotes y en la Sierra Nevada de Santa Martha.
Ante el levado número de aves concentrados en torno al alimento, afirmó que llama la atención, porque significa que todavía hay condiciones ambientales que son favorables para la reproducción de especie.
“Llama la atención la presencia muchos individuos juveniles que hicieron parte del grupo que se alimentaba del bovino muerto”, manifestó el investigador y ambientalista.
Le puede interesar: Las mariposas, el universo alado de Colombia
Frente a esta situación, reiteró que la región de los Santanderes se convierte en un sitio de importancia para la especie en el país y que podría tener incidencia en los límites con Venezuela al utilizar el corredor de la Serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Estas zonas de la cordillera andina, puede ser posible, que se conviertan en esperanzas de repoblación para el cóndor”, indicó el biólogo Ciri.
El hallazgo
“La experiencia fue increíble y creo que en estos momentos no hemos sido capaces de digerir toda la información que vimos hoy”, alcanzó a decir en ese momento el fotógrafo de Hilos de Plata, Juan Diego Pinzón.
El equipo se encontraba haciendo un trabajo de campo en ese sector del páramo cuando pudieron, por más de una hora, observar la bandada, filmarlos y tomándoles fotografías.
Fotos: cortesía/Carlos Grimaldos del parque Jaime Duque y Juan Diego Pinzón de Hilos de Plata.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion