El agente interventor de Nueva EPS, Bernardo Armando Camacho Rodríguez está exponiendo de manera cruel y despiadada la vida y la salud de unos 675.000 afiliados de Norte de Santander, al negarles los medicamentos que les recetan los médicos.
Las palabras son de veedores y sindicatos de la salud del departamento, que ayer cuestionaron la forma con que Camacho está abordando “un problema tan grave como lo es negar las medicinas de los pacientes que acuden a diario a la EPS que administra”.
Esta empresa prestadora de salud –denunciaron los veedores y voceros de los sindicatos de salud, se ha dedicado desde octubre del año pasado a entregar solo pendientes a sus afiliados en lugar de medicamentos, lo cual está conduciendo al deterioro de su salud a tal punto que ya muchos de ellos que hablaron con La Opinión temen lo peor para sus vidas.
Lea aquí: 12 colegios de Norte de Santander destacan en el país por su calidad educativa
María Alejandra* es una de las pacientes que ayer denunció a periodistas de La Opinión que su salud se empezó a deteriorar desde noviembre pasado de manera seria por no contar con las insulinas para la diabetes que padece.
Ella manifestó que le ha tocado comprar de su bolsillo las insulinas a un costo de 100.000 pesos por mes, “algo que no se justifica porque para eso por la derecha la empresa donde trabajo me descuenta lo de seguridad social”.
Como ella, otros pacientes revelaron que la droguería Cafam, operador de Nueva EPS para el suministro de medicamentos no está entregando fármacos como Leflunimida, que se administra en pacientes psiquiátricos.
Lea también: Prácticas profesionales en medio del conflicto: un llamado a la paz
De igual forma, Trayenta, para pacientes con problemas de azúcar en la sangre; vitamina E, retrovilares para pacientes VIH Sida, y todos los medicamentos que se recetan para las personas con hipertensión tampoco se están entregando por este operador desde el pasado octubre. “A mí me toca comprar de mi bolsillo Trayenta a un costo de 130.000 pesos, porque Nueva EPS me lo está negando desde noviembre”, dijo Argemiro*, otro usuario de esta entidad.
No hay usuario de Nueva EPS que acuda a Cafam y se retire con la cara larga porque no le entregaron sus medicamentos. “Lo peor de todo es que los pendientes se quedan en el olvido porque el decir de la droguería es que lo llama a uno cuando llegue el medicamento, pero eso no ocurre nunca”, dijeron ayer usuarios inconformes.
De esta situación conocen los órganos de control de Cúcuta, que el año pasado sostuvieron encuentros con los representantes de todas las EPS que hacen presencia en la ciudad, para comprometerlas a cumplir con las obligaciones con sus usuarios, “pero en el caso de Nueva EPS, las cosas siguieron de mal en peor en el tema de la entrega de los medicamentos”, dijo Aristides Hernández, presidente del sindicato de salud.
Lea además: Organización administrativa de la Gobernación fue sobresaliente en el 2024
Para este líder sindical el tema de los medicamentos no es el único problema que están enfrentando los usuarios de la salud de las EPS en Norte de Santander, también se le incumple con citas, con médicos especialistas, con remisiones a clínicas de niveles avanzados para tratamientos especiales.