El Instituto Departamental de Salud en Norte de Santander anunció que adoptará medidas de seguridad urgentes para proteger la vida de los médicos y enfermeras que hacen parte de la misión médica que presta el servicio en los municipios de la subregión del Catatumbo, impactados por el conflicto armado.
La decisión se dio luego de que una ambulancia, con un equipo médico a bordo, quedara en medio del fuego cruzado de los grupos armados que se enfrentaban en ese momento en la vereda Piedras de Moler, zona rural de Teorama, el pasado lunes 17 de febrero.
La principal determinación, acordada por el IDS, la Red de Empresas Sociales del Estado (Eses) del Catatumbo, con el respaldo del Ministerio Salud, fue la suspensión temporal de toda actividad extramural, es decir, todo lo que tiene que ver con jornadas de promoción y prevención en el territorio.
Fernando Álvarez, director del IDS, aclaró que esta medida no significa el cese de la atención en urgencias y emergencias, sino que busca proteger la vida e integridad del personal de salud que trabaja en la región.
Explicó que las actividades suspendidas son las relacionadas con atención primaria, como jornadas de atención odontológica, vacunación, citas médicas, nutrición, atención psicológica y psiquiátrica.
¿Cuál es la situación de la misión médica?
La Opinión conversó con Chirley Caro, gerente de la Ese Hospital Regional Noroccidental, que comprende los municipios de Ábrego, El Carmen, Convención y Teorama, para conocer cuál es la situación de la misión médica en la zona del Catatumbo. Caro aclaró, en primera instancia, que la situación que se presentó con el cuerpo médico en zona rural de Teorama no se trató de un ataque directo, sino una mala coincidencia.
Contó que la misión médica partió desde San Pablo por la presión de la comunidad y líderes, que les alertaba de la existencia de tres heridos en la zona, sin embargo, luego del incidente no supieron más del traslado de heridos, ni a Teorama, ni a Convención, que es el otro municipio cercano.
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Asimismo, señaló que aunque inicialmente se dijo que el vehículo había sido impactado por un proyectil, luego de una revisión se confirmó que no fue así y que todo el personal resultó ileso.
La gerente no restó importancia al hecho, sin embargo, señaló que “esto es el Catatumbo”, reconociendo de alguna manera que el conflicto armado es parte del día a día, con el que se aprende a convivir.
Aseguró que situaciones hostiles contra el personal médico ya se han presentado muchas veces, sobre todo en los últimos 15 o 20 días desde que iniciaron los enfrentamientos.
Indicó que oficialmente hay nueve infracciones reportadas en el Crue -Centro Regulador de Urgencias y Emergencias- aunque aclaró que no todas están asociadas con grupos armados, sino incluso con familiares de pacientes que amenazan al personal médico para que brinden la atención.
La gerente expresó que su principal preocupación ahora es la contención emocional del personal afectado por el episodio en Teorama, especialmente el médico, pues “para esta zona es muy difícil conseguir personal y tengo entendido que ya quiere renunciar”, dijo Chirley Caro.