La atención que recibieron las víctimas en los últimos dos años superó en Norte de Santander lo hecho en las últimas dos décadas. Al frente de la Dirección Territorial de Víctimas, en ese lapso, estuvo Judith Maldonado, quien hasta hoy estará en el cargo por decisión suya.

Una de las iniciativas que la funcionaria destacó, por el hecho de que fue muy valorada por las comunidades en el territorio, y por la firma cooperante, Colombia Transforma, fue la creación de la unidad móvil integral para el Catatumbo, desde donde se atendieron de manera constante las víctimas de los 11 municipios de esta región.

Durante su permanencia en el cargo, Maldonado pudo establecer que hay comunidades que desconocen todas las tareas misionales de la Unidad de Víctimas, pues no solo nos encargamos de la reparación, sino de atención de emergencias, reubicaciones , reparaciones colectivas, atención psicosocial, actos de conmemoración etc. Esta unidad logró articular muchas de las áreas y hacer una presencia permanente y continua, dijo.

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Otra iniciativa alcanzada durante su estadía al frente de la Dirección Terrirorial fue el traer a la región el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas –SNARIV, en el que tienen asiento ministerios y entidades responsables de las víctimas.

En esta mesa, en la que estuvieron presentes voceros de 26 entidades del orden nacional, se analizaron todas las acciones y se pudieron determinar cuáles servicios y atenciones con las víctimas que estaban en rezago, dice.

Y otra de las tareas cumplidas fue el logra unir los esfuerzos con las distintas entidades que atendían temas de víctimas, como las mesas de participación, las personerías y los enlaces municipales, con lo cual se pudo dar mayor operatividad en la atención.

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¿La reparación individual qué niveles alcanzó en Norte de Santander?

Encontramos que había un rezago importante, de más de 14 años, que tenían un presupuesto de 2.1 billones de pesos, y este mismo presupuesto pudimos duplicarlo, porque así lo exigió el Plan de Desarrollo. Teníamos que superar el rezago que se tenía con las víctimas en materia de reparación, reubicación y reparación colectivas.

¿Qué cantidad de víctimas se van a beneficiar del presupuesto?

El presupuesto para las víctimas de Norte de Santander y Arauca pasó de 1.1 a 4.4 billones de pesos. Con esto aspiramos a indemnizar a 600 mil víctimas de la región que cubre la unidad. El año pasado tuvimos la cifra más alta en toda la historia en indemnización de 163.000 víctimas.

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Solo este año vamos a indemnizar lo correspontiente a 2.7 billones de pesos y eso se traduce en la indemnización de 212.000 personas en ruta general y 60.000 personas en ruta prioritaria. 

¿El rezago con las víctimas qué nivel alcanzó en la región?

En lo que compete con la Unidad Territorial Norte de Santander y Arauca el rezago se origina desde su creación misma, es decir, desde el año 2011.  En el país había 642 sujetos de reparación colectiva, por ejemplo como La Gabarra, Tibú, Juan Frío, La Esperanza, y apenas se habían formulado 170 planes integrales de reparación.

La meta que se tiene es lograr formular esos 642 sujetos de reparación colectiva. Esta unidad nororiental tiene como meta formular este año 9 planes. 

¿Cómo ha evolucionado el fenómeno de víctimas en Norte de Santander?

Por fortuna y esto hay que reconocerlo en el tema de la Paz Total y de las Mesas de Paz, en este territorio sí se tuvo baja en las cifras de víctimas. A pesar de que seguimos registrando hechos de violencia, extorsiones, secuestros, reclutamiento forzado, esta vez no se da con la misma intensidad de antes. El hecho de no tener desplazamientos masivos y situaciones de confinamiento se debe a la estrategia nacional de Paz Total y de las Mesas de Diálogos de Paz.

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¿Cómo ha sido el panorama de victimas en Cúcuta?

Tuvimos varias situaciones sistemáticas de amenazas a líderes sociales y defensores de derechos humanos, y por esos motivos se tramitaron varias solicitudes de retorno.

¿Hacia dónde apunta el tema de las víctimas en próximos años?

Se viene una oportunidad muy importante que es el pacto territorial y de paz del Catatumbo, ese pacto va a recoger cinco ejes estratégicos y hay uno de ellos de paz y la implementación del acuerdo.

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Lo que se ha manifestado es que lo que tiene que hacer el Estado colombiano es cumplir los planes de retorno. Esto implica unas acciones de desarrollo comunitario. Hay un inventario que falta por resolver para las víctimas. Esta información la tiene el Pacto Territorial del Catatumbo para que sea tenido en cuenta.

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