El pasado 20 de julio, Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social, hizo un llamado especial a las personas con edades de entre 50 y 59 años para que se vacunen contra la COVID-19, pues hasta el momento solo el 60% de esta población se encuentra inmunizada, lo que quiere decir “que todavía hay muchas personas susceptibles".
De acuerdo con el reporte del Ministerio de Salud, a corte del 21 de julio de 2021, en Colombia se han aplicado 24. 230.595 dosis de vacunas contra la COVID-19, de las cuales 691.460 se han puesto en Norte de Santander y 10.707.744 corresponden a esquemas completos.
El funcionario destacó que, aunque ya hay un avance de más del 20% de la población colombiana inmunizada totalmente, aún faltan muchas personas por adquirir el biológico.
Indicó que, si bien se ha podido llegar al 92,4 % de la población de 80 años y más, a un 83 % de 75-79 años; al 82 % de 70-74 años, al 77,4 % de 65-69 años y al 72,9 % de 60-64 años, "el reto del país en los grupos mayores de 60 años es lograr entre el 80 % y 85 % de la población vacunada, para garantizar la vida de estos ciudadanos".
¿No se quieren vacunar?
Ante esta situación, ha surgido la duda de por qué muchos colombianos no quieren vacunarse o solo desean aplicarse las dosis de Pfizer o Janssen.
En Cúcuta, La Opinión consultó a Astrid Urbina, coordinadora del Plan Ampliado de Inmunización contra la COVID-19, quien aseguró que, en la ciudad, hasta el momento los ciudadanos han accedido a aplicarse las dosis de las vacunas disponibles como Pfizer, Sinovac, AstraZeneca y Janssen.
Carlos Álvarez, infectólogo y coordinador nacional de estudios sobre la COVID-19 en Colombia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en diálogo con algunos medios de comunicación, señaló que, es un error seleccionar la marca de la vacuna.
El experto manifestó que, para él, la mejor vacuna es la que llegue primero a su brazo.
Considera que aquellas personas que suspenden su turno de vacunación para esperar a que llegue una marca específica, terminan poniendo en riesgo su vida, pues no se sabe si, en el lapso resulten infectados por el virus y estén sin ningún tipo de protección.
“En este momento lo importante es vacunarnos con la vacuna que se nos asigne y no esperar que nos llegue una vacuna adicional u otra vacuna con otras características”, dijo el profesional.
Asimismo, el infectólogo señaló que, aunque la aceptación de la vacuna en Colombia es alta, muchas personas se abstienen de aplicarse el biológico porque “realmente no están interesados en vacunarse o porque rechazan la vacunación”.
Destacó que, se ha empezado a notar una falta de interés, "sobre todo en la población joven. Cuando uno revisa los datos del Ministerio, los grupos por encima de 60 años tienen una tasa de cobertura bastante alta, pero cuando empieza a ver el grupo especialmente de 50 a 59 años, que sigue siendo un grupo de riesgo, vemos que la cobertura de vacunación no es la que se esperaría, teniendo en cuenta que esta etapa ya lleva bastante tiempo abierta".
Manifestó que la responsabilidad de vacunarse no es solo de las personas, sino también del Gobierno Nacional, pues este debe garantizar las vacunas e invitar a los colombianos a que se la apliquen, teniendo en cuenta que no es obligatoria.
“Toca hacer una búsqueda más activa. Si la gente no está llegando, toca casi que buscar uno a uno a las personas que están en riesgo y que ya deberían vacunarse”, afirmó Álvarez.
Con respecto al tema de que, en el país se pueda decretar como obligatoria la aplicación de la vacuna, el infectólogo sostuvo que esto puede ser contraproducente, ya que lo mejor es que los colombianos se apliquen la vacuna por convicción y no por obligación.
Ante esta situación, el profesional de la OMS mencionó que, es importante recordar que las fases de vacunación no se cierran, por lo que, la invitación es para que las personas que ya pasaron su etapa se acerquen a los puntos de vacunación y accedan al biológico.
Personas en UCI tuvieron la oportunidad de vacunarse, pero no lo hicieron
Luis Alexander Moscoso Osorio, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, hace unos días hizo un llamado especial a las personas que hacen parte de las etapas abiertas de vacunación y aún no han decidido vacunarse, a revisar, analizar las cifras y tomar esta decisión de vida.
Advirtió que, "todavía tenemos un número muy grande de personas de estos grupos sin vacunar y, triste y dolorosamente, cuando revisamos las cifras, los pacientes hospitalizados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y los que han perdido la vida, encontramos entre el 70 y 85 % de personas que tuvieron la opción de recibir su vacuna en su momento y no lo hicieron".
El funcionario manifestó que, "a mayor edad, mayor riesgo de complicación y muerte. Las personas entre más edad tengan y más comorbilidades presenten, su riesgo en salud y de presentar efectos adversos, complicaciones con el COVID.19 y desenlaces negativos, son muy altos", agregó.
¿Por qué y para qué las vacuna contra la COVID-19?
De acuerdo con el Ministerio de Salud, las vacunas contra la COVID-19 que se han desarrollado a nivel internacional han demostrado de manera consistente una alta efectividad para reducir la mortalidad y la incidencia de casos graves. Este es el caso de todas las vacunas que hacen parte del portafolio de Colombia
Al respecto, Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, explicó que estas vacunas han demostrado una efectividad para reducir la incidencia de casos sintomáticos, pero que esta nunca es del 100 %, por lo que es posible que una persona se infecte después de estar vacunada, incluso si tiene el esquema completo.
"Sin embargo, el principal objetivo de salud pública en este momento es reducir la mortalidad y la incidencia de casos graves, por cuanto tiene un mayor impacto humano, social y económico, como sobre los sistemas de salud", indicó Fernández.
En ese sentido, el director resalta que es importante advertir que aunque las vacunas reducen la probabilidad de la infección, esta no se lleva a cero, por lo que es posible que se presenten infecciones en personas vacunadas. "La probabilidad de hospitalización en UCI, complicaciones y muerte, si bien tampoco son de cero, son muy bajas en personas con el esquema completo".
Con este contexto, Fernández Niño hizo énfasis en que "la vacuna no es una cura ni nos hará inmortales. Las vacunas lo que hacen es reducir la probabilidad de un evento, que en este caso principalmente es la probabilidad de morir por el virus o tener cuadros de COVID-19 severos y luego, sí un efecto en la reducción del contagio".
Por ello destacó que los impactos con la vacunación se observan a nivel poblacional, pese a que la intervención, es decir, recibir la vacuna, es un acto individual, es a nivel colectivo donde se deben evaluar beneficios.
Además, agregó que "es un éxito de la humanidad tener las vacunas que tenemos ahora, pues se lograron en menos de un año y ya están dando resultados. Por ejemplo, en Colombia ya tenemos reducción en la proporción de muertes de los grupos de 60, 70 y 80 años y más, además del talento humano en salud, que prácticamente no registró un tercer pico como sí sucedió en general con todos los grupos poblacionales".
"Es irresponsable y antiético poner en duda la efectividad de las vacunas en este momento crítico, no solo es contrario a la evidencia científica, sino que es poner en riesgo la vida de miles de personas, para las que cualquiera de las vacunas haría la diferencia", afirmó Fernández Niño.
El director de Epidemiología invita a los colombianos que hagan parte de las etapas abiertas, para que se vacunen con la vacuna que esté disponible, pues todas las que hacen parte del portafolio que tiene Colombia cumplen el mismo objetivo: evitar la muerte y las formas graves de la enfermedad.
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