Las axilas son una de las partes del cuerpo más sensibles. A algunas personas se les irritan fácilmente, les da comezón y sienten molestias en la zona, mientras que otros, sienten cosquillas con un leve contacto.
Esto ocurre, según Dove (línea de productos de cuidado personal), porque es una de las zonas más aisladas del cuerpo al no darles sol; además, hay una gran cantidad de terminaciones nerviosas y ganglios linfáticos y esto genera mayor sensibilidad.
Al igual que en las mucosas, la piel también tiene pH. Este se mide por el grado de acidez o alcalinidad de una sustancia o una solución y se hace en una escala de 0 a 14. El pH de 7 es neutro (la sustancia no es ni ácida ni alcalina) y si tiene un valor mayor a 7, significa que es más alcalina. Por el contrario, un valor pH de menos de 7 quiere decir que la sustancia es más ácida.
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¿Cuál es el pH normal de la piel? Según Eucerin, expertos en el cuidado dermocosmético, el pH óptimo de la piel —el órgano más grande del ser humano— oscila entre 4,7 y 5,75, es decir, ligeramente ácido.
Este hace parte de la barrera protectora que ofrece la piel entre el mundo exterior y nuestro cuerpo. El pH cambia por agresores externos como la contaminación, los cambios de temperatura y químicos abrasivos.
El pH de la piel puede variar según la zona. Por ejemplo, las manos, los genitales y las axilas tienen diferentes pH.
La importancia de cuidar este pH es tener una piel óptima para mantener y restaurar la defensa natural de este órgano. La hace más resiliente, menos sensible y con mayor capacidad para cumplir con su función protectora vital.
El pH de las axilas, ¿cómo cuidarlas?
Esta piel puede pasar largos periodos sin luz ni aire, lo que favorece el crecimiento bacteriano. Además, esta zona recibe productos químicos agresivos presentes en algunos antitranspirantes o depilantes que podrían causar daños en esta región del cuerpo.
El pH de la axila es más próximo a 6,5. La reducción de la acidez aumenta su susceptibilidad a las infecciones bacterianas.
De hecho, la descomposición de las bacterias en la zona son las que producen los olores desagradables.
Por esto, se recomienda que el pH del desodorante esté cercano al de la piel o incluso más ácido, próximo a 4.
Según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la mayoría de desodorantes son a base de alcohol y esto vuelve la piel ácida, lo que la hace menos atractiva para las bacterias y la mayoría contienen fragancias perfumadas para enmascarar olores.
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Todo está en el cuidado
Para tener un cuidado óptimo de las axilas, estas son algunas recomendaciones que debe tener en cuenta.
- Limpieza efectiva: El primer paso para el cuidado de las axilas es una limpieza adecuada. Utilice un jabón suave y sin fragancias agresivas que puedan causar irritación. Asegúrese de enjuagar completamente para eliminar cualquier residuo de jabón.
- Exfoliación con moderación: La exfoliación es importante, pero en esta área, menos es más. Un exfoliante suave, aplicado una o dos veces por semana, eliminará células muertas y va a prevenir pelos encarnados.
- Controlar el sudor: El sudor es natural y necesario para mantener la temperatura corporal, pero en exceso puede causar mal olor y provocar irritaciones. Utilice desodorantes o antitranspirantes que se ajusten a sus necesidades.
- Atención al afeitado: Si decide afeitarse las axilas, asegúrese de hacerlo con una cuchilla afilada y limpia para evitar irritaciones y pelos encarnados. Además, utilice un gel o crema de afeitar suave y sin alcohol.
- Hidratación constante: Al igual que el resto de la piel, las axilas necesitan hidratación. Opte por una crema o loción sin fragancias irritantes. Esto mantendrá la piel suave y flexible.
- Evite ropa ajustada y de tela sintética: El roce constante de la ropa ajustada y las telas sintéticas puede irritar la piel de las axilas. Es preferible la ropa holgada y tejidos naturales que permitan la circulación de aire.
- Visite al dermatólogo: Si experimentas irritaciones persistentes, picazón o cambios en la piel de tus axilas, no dudes en consultar a un dermatólogo. Podría ser una señal de una afección subyacente que requiere tratamiento especializado.
- Desintoxicación natural: Una opción a considerar es la desintoxicación natural de las axilas. Aplicar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para eliminar toxinas y neutralizar olores.
- Alimentación saludable: Lo que consume también influye en el olor corporal. Una dieta rica en frutas, verduras y alimentos con alto contenido de agua puede ayudar a mantener un aroma fresco y natural.
- Relajarse y reducir el estrés: El estrés puede contribuir a la irritación y al mal olor corporal, según los Institutos Nacionales de la Salud (INS), por lo que se recomienda tener actividades que le brinden relajación como la meditación o el yoga y así mantener un equilibrio emocional y físico.
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Sin embargo, el mal olor no siempre está relacionado con las emociones. Si este es excesivo, recuerde visitar al especialista.
La descomposición de las bacterias en la zona son las que producen los olores desagradables.
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