El 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM), enfermedad que se caracteriza por provocar un daño en la mielina, cubierta de la médula espinal, que deja desprotegidas las fibras nerviosas, generando inflamación y daños degenerativos. Actualmente, en Colombia habría cerca de 3.077 casos, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud. Este trastorno no tiene una sintomatología clara, sin embargo, se reconoce como una afección autoinmunitaria, la cual ataca a sus propios tejidos.
Como afirma Diana Carolina Saldaña, Profesional de riesgo avanzado de EPS Famisanar, “la EM es una enfermedad huérfana, crónica, discapacitante y debilitante con gran compromiso para la persona que la sufre y sus cuidadores”. Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían de una persona a otra. Durante el transcurso de la enfermedad, estos síntomas pueden ser:
• Problemas de visión, pérdida parcial o completa por lo general de un solo ojo, visión doble.
• Cosquilleo y entumecimiento en distintas partes del cuerpo.
• Dolor y espasmos, temblores y falta de coordinación.
• Fatiga, debilidad, mareos.
• Problemas de equilibrio.
• Problemas urinarios.
• Disfunción sexual.
• Problemas cognitivos.
Además, se ha evidenciado que afecta principalmente a las mujeres, esto puede estar relacionado con el papel de las hormonas femeninas, la vitamina D, así como la obesidad. La preponderancia de este grupo de la población demuestra que la testosterona y los estrógenos tienen una participación importante en su desarrollo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 2.8 millones de personas en el mundo, padecen esclerosis múltiple, de las cuales 1.8 millones corresponde a mujeres y solo un millón a hombres, es decir, las mujeres están dos veces más propensas.
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EPS Famisanar comparte siete factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esclerosis múltiple:
1. A pesar de que puede presentarse en cualquier momento de la vida, existe una predisposición mayor en edades desde los 20 a los 40 años.
2. Si algún miembro de la familia ha tenido esta enfermedad, se tiene un riesgo mayor a adquirirla.
3. El haber estado expuesto a infecciones de virus como Epstein-Barr que provoca mononucleosis infecciosa.
4. Las personas de raza blanca pueden estar más expuestos al padecimiento, en comparación con aquellos de origen asiático y africano.
5. Factores ambientales como el clima pueden incidir, ya que al no estar en contacto con el sol, habrá ausencia de vitamina D, predisposición que se asocia a la enfermedad.
6. El contar con enfermedades de base, como problemas de tiroides, anemia perniciosa, psoriasis, diabetes tipo 1 y enfermedad intestinal inflamatoria, aumenta la probabilidad.
7. Fumar o vapear también aumenta las posibilidades de padecerla.