Las súplicas de un empleado de mantenimiento de un hotel de la calle 11A con avenida 2E, en el barrio Caobos, no fueron suficientes para evitar que el canadiense Filion Yves desistiera de lanzarse desde el piso 15.
El desesperado trabajador al percatarse de que, por más de un minuto, el hombre estuvo parado al filo de una barda, luego de pasarse el vidrio que funciona como baranda en la terraza del hotel, salió corriendo y se le acercó, le habló y lo trató de convencer de que no se lanzara, pero la equivocada decisión ya estaba tomada.
El canadiense, de 53 años, al ver que el empleado intentó agarrarlo, saltó al vacío. El hecho se dio ayer, en la tarde.
Abajo, justo al frente de la entrada del lugar, se acababa de estacionar un taxi, de placas TJP 708, cuando Filion Yves cayó sobre el techo, quedando incrustado en la parte delantera del vehículo.
“Yo vi cuando se lanzó. Fue algo impresionante. Lo que siguió fue el golpe tremendo que recibió al caer en el taxi”, contó un testigo del hecho.
Según el relato, los momentos a continuación de la caída del hombre, fueron de gritos desesperados del taxista, quien ante la magnitud de lo que vivía, alertaba por el radio a sus compañeros.
Luego, al lugar llegó una ambulancia y entre tres paramédicos, dos de ellas mujeres, intentaron prestarle los primeros auxilios al canadiense, pero ya había muerto.
“Mientras uno de los paramédicos ingresó por la puerta de atrás y lo intentaba sacar, las dos auxiliares estaban desde afuera monitoreándolo, pero en cuestión de segundos los signos vitales dejaron de sonar”, dijo otro testigo del hecho.
El conductor del taxi fue auxiliado y trasladado a un centro asistencial, donde lo atendieron por las heridas que sufrió y el impacto psicológico que tenía.
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