Miguel Ángel: “La muerte es un negocio”
Pero, ¿quién era Miguel? ¿Cómo era su faceta trabajando todos los días con la muerte?. Era una figura entre embalsamador de cuerpos para los servicios funerales, pero también como un apoyo para las autoridades de Tibú que le habían otorgado la jurisdicción especial para ayudar a hacer levantamiento de cuerpos para llevarlos a Medicina Legal.
Miguel cumplía una tarea abandonada por el estado y la comunidad, en una de las regiones más violentas del país. López cada día tenía que andar por las vías de su región, en la que se pueden presenciar tropas de las fuerzas armadas y zonas donde las banderas de los grupos subversivos están a la orden del día.
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En una zona de fronteras imaginarias, López no tenía límites porque los cuerpos que recogía a veces eran personas que pertenecían a grupos criminales.
“La muerte es un negocio, pero los sentimientos están de por medio” aseguraba Miguel Ángel que contaba que su apodo era ‘El Chulo’, insistiendo en que su labor era ayudar a la comunidad a hacer el levantamiento de los cuerpos de toda la región.
En medio del conflicto armado, Miguel tenía su lugar de trabajo, con algunos detalles desgastados, pero siempre comprometido a cumplir la función que muchos evitaban. Aunque la situación ya era difícil, muchas veces se le complicaba más por cuestiones del estado del cuerpo.