La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Sucesos
¿Quién era Miguel Ángel López?: el funerario asesinado junto a su familia en la vía Tibú-Cúcuta
Miguel contestaba el teléfono y muchas veces eran las autoridades quienes le pedían recoger los cuerpos que dejaba el conflicto armado. En sus tiempos libres, un padre de familia amoroso.
Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Jueves, 16 de Enero de 2025

Miguel Ángel López, un embalsamador de oficio en Tibú. Compartía una pasión que muchos prefieren lejos, pero convencido de lo que hacía afirmaba que él “recibía la muerte con las manos abiertas”.

La despedida de una comunidad a un hombre que sirvió a los demás y que fue el encargado de negociar y tratar directamente con la muerte para que nadie más tuviera que cumplir esa tarea; muchas veces ni las autoridades aparecían, porque sabían que Miguel siempre estaba listo, en una zona fuertemente golpeada por el conflicto armado.


Más detalles: Se conocen nuevos detalles de la masacre en Tibú: niño de 10 años sobrevivió al ataque


Miguel habló para el canal digital Realidades y contó detalles de su día cuando estaba en vida.

Un hombre de familia

Miguel Ángel era conocido por ser un hombre de familia, entregado a su esposa y sus tres hijos que siempre estaban en todas las postales de vacaciones, momentos íntimos y mucha felicidad. Un padre que era feliz en su trabajo y que además disfrutaba de la pasión por el fútbol con sus hijos, gracias a las alegrías que le dejó Atlético Nacional y la Selección Colombia.

Una familia que quedó devastada por el flagelo de la violencia que se vive en esta y muchas más regiones del país.

Masacre en Tibú

 

Miguel Ángel: “La muerte es un negocio”

Pero, ¿quién era Miguel? ¿Cómo era su faceta trabajando todos los días con la muerte?. Era una figura entre embalsamador de cuerpos para los servicios funerales, pero también como un apoyo para las autoridades de Tibú que le habían otorgado la jurisdicción especial para ayudar a hacer levantamiento de cuerpos para llevarlos a Medicina Legal.

Miguel cumplía una tarea abandonada por el estado y la comunidad, en una de las regiones más violentas del país. López cada día tenía que andar por las vías de su región, en la que se pueden presenciar tropas de las fuerzas armadas y zonas donde las banderas de los grupos subversivos están a la orden del día.

Lea: Masacre en Tibú: dueño de la funeraria San Miguel y su familia fueron asesinados

En una zona de fronteras imaginarias, López no tenía límites porque los cuerpos que recogía a veces eran personas que pertenecían a grupos criminales.

“La muerte es un negocio, pero los sentimientos están de por medio” aseguraba Miguel Ángel que contaba que su apodo era ‘El Chulo’, insistiendo en que su labor era ayudar a la comunidad a hacer el levantamiento de los cuerpos de toda la región.

 

Masacre en tibú: familia asesinada

En medio del conflicto armado, Miguel tenía su lugar de trabajo, con algunos detalles desgastados, pero siempre comprometido a cumplir la función que muchos evitaban. Aunque la situación ya era difícil, muchas veces se le complicaba  más por cuestiones del estado del cuerpo.

Miguel Ángel y el miedo

A Miguel le tocó aprender desde joven para poder preparar los cuerpos. Su vida empezó a tener grandes sacrificios como cambiar muchos alimentos y sacarlos de su menú personal, para poder llevar a cabo su labor sin problema.

El miedo estuvo presente pero controlado, en una jornada diaria que era marcada por la zozobra y el dolor. Una sensación que solo esperaba una recompensa, sencilla pero costosa: la gratitud de las familias de los fallecidos.

Masacre en Tibú: Miguel Ángel López

Ahora su camioneta Renault, a la que todos conocían en la zona como ‘La Última Lágrima’ o ‘El Último Paseo’ dio su último recorrido con Miguel Ángel por culpa de la violencia interminable que vive el país.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Temas del Día