Sobre horas del mediodía de este miércoles 15 de enero se presentó una emergencia luego de que se reportara la rotura de una tubería del oleoducto Caño Limón Coveñas a la altura de las veredas La Selva y Orope, zona rural del municipio Bochalema, con el riesgo de que el crudo llegara a la cuenca del río Pamplonita, principal afluente del acueducto de Cúcuta.
El nivel de riesgo bajó toda vez que Cenit, filial de Ecopetrol y operadora del oleoducto, indicó que la avería se presentó en un sistema que se encontraba fuera de operación de bombeo desde hace 5 meses, por lo que el derrame no fue de gran magnitud.
No obstante, un equipo de verificación de Corponor confirmó que la mancha tuvo un desplazamiento de 200 metros desde el sitio del incidente hasta la quebrada Agua Negra, un caño seco donde se logró contener el material por parte de la compañía de hidrocarburos, descartando el riesgo de contaminación por completo.
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“Entregamos un informe de tranquilidad a la ciudadanía, toda vez que el crudo derramado no representa riesgo en el suministro de agua potable”, declaró Humberto Camacho, director de Corponor, información que fue confirmada por la operadora del oleoducto.
El parte de tranquilidad fue compartido por William Vera, secretario de Gestión del Riesgo de Norte de Santander, quien descartó afectaciones en el suministro de agua de los municipios cercanos, así como algún impacto negativo en el río Pamplonita.
Sobre las causas del incidente, Cenit señaló a través de un comunicado que las mismas son materia de investigación, aunque de manera preliminar se informó que pudo tratarse de un atentado.
Indicaron que el Ejército Nacional adelanta operaciones en la zona para garantizar la seguridad del personal técnico que atiende el evento, y también hicieron un llamado a la comunidad para que se abstenga de acercarse al lugar de los hechos, hasta tanto culminen las labores de atención y reparación a las que haya lugar.
Planes de contingencia activos
Tras el reporte del incidente en el oleoducto se activaron los planes de contingencia por parte de los consejos municipales de Gestión del Riesgo de Desastres de los municipios directamente afectados por el incidente, como Bochalema, Los Patios y Cúcuta, el consejo departamental de Riesgo, además de los operadores de los acueductos privados, caso de Aguas Los Patios y Aguas Kpital.
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Como parte de estas labores preventivas, las empresas a cargo de la operación de los acueductos de Los Patios y Cúcuta, desplegaron personal en la zonas de captación, donde se dispusieron barreras flotantes, especiales para contener derrames de crudo y evitar que ingresara a las plantas de potabilización.
En este sentido, el personal en campo de las Subdirecciones de Desarrollo Sectorial Sostenible y de Cambio Climático de Corponor, verificó la instalación de dichas barreras en el punto de control permanente de La Garita, operado por Cenit.
Así mismo, se instalaron 3 puntos adicionales aguas abajo para hacer la respectiva contención en caso de ser necesario.
Aguas Kpital hizo lo propio en la captación ubicada en la vereda San Pedro del corregimiento El Pórtico, donde dos equipos de maquinaria amarilla hacían trabajo de remoción de sedimentos, mientras que se cruzaban de lado a lado barreras flotantes, tanto en el sector más amplio del caudal, como en la proximidad de las rejillas que marca la puerta de entrada al sistema del acueducto de Cúcuta.
Antecedentes lamentables
Aunque esta vez el derrame de crudo del oleoducto Caño Limón Coveñas fue leve y no representó contaminación, los incidentes de hidrocarburos no dejan de ser atemorizantes y angustiantes en Cúcuta y su área metropolitana, donde se han registrado dos episodios graves por contaminación del río Pamplonita por derrame petrolero.
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Una fue en 2007, cuando la rotura de una válvula mal instalada -presuntamente por delincuentes, según denunció Ecopetrol en su momento- provocó un derrame de petróleo que llegó al cauce del río Pamplonita provocando su contaminación.
Pero el episodio más reciente y traumático ocurrió en diciembre de 2011, hace poco más de 14 años, cuando se presentó la rotura del oleoducto en la vereda Cuéllar del municipio de Chinácota.
En esa ocasión Ecopetrol indicó que dicho sistema se encontraba fuera de servicio en el momento del incidente, y aunque se activaron los planes de contingencia, se cerraron de manera preventiva las bocatomas del acueducto de Cúcuta y se instalaron puntos de recolección de crudo, hubo fallas en el protocolo que desencadenaron una emergencia sin precedentes en la ciudad.
Luis Lizcano, el director de Corponor de la época, señaló que los errores que se registraron en los puntos de control instalados inicialmente en el sector de La Garita, permitieron que la mancha de petróleo se expandiera.
La situación llevó a declarar la alerta roja en Cúcuta, por la grave contaminación que registró el río Pamplonita, y que a su vez provocó la suspensión del servicio hídrico por 15 días.
En esta oportunidad, tras el incidente en Bochalema, Corponor advirtió que hará el seguimiento y verificación de las afectaciones ambientales que pudieron ocurrir con ocasión del derrame de crudo, y reiteró su llamado a la ciudadanía para que mantenga la calma y la tranquilidad, asegurando que el derrame no afectará el suministro de agua potable.
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