Antes de que la puerta se cerrara por completo, el sicario logró salir del lugar y llegar donde esta su cómplice, al frente de la panadería, esperándolo en una moto en la cual intentaría huir.
Otra cámara de seguridad captó el momento cuando el asesino salió del parqueadero e intentó subirse a la moto de su cómplice, que estaba al frente, pero fue seguido por el escolta del empresario.
Sin embargo, no pudieron arrancar la moto y el asesino se subió en otro vehículo y logró huir del lugar pese a que su cómplice tuvo que quedarse en el lugar hasta que logró correr siendo seguido por el escolta.
El empresario Roberto Franco contaba con un esquema de seguridad privado, toda vez que no contaba con escoltas de la Unidad Nacional de Protección, UNP.
El hombre se dedicaba a hacer asesorías empresariales y tenía una lujosa propiedad en inmediaciones al parque de la 93, donde fue asesinado con cuatro disparos por sujetos que se movilizaban en moto.
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