Sin sorpresas, la Corte Suprema de Venezuela convalidó la reelección del presidente Nicolás Maduro, que tachó el fallo de “contundente” en medio de denuncias de fraude y “judicialización” electoral de la oposición.
Maduro pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “certificar” el resultado de las elecciones del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo proclamó vencedor con 52% de los votos.
La oposición asegura haber ganado los comicios y acusa tanto al TSJ como al CNE de servir al chavismo.
La presidenta del TSJ y de la Sala Electoral a cargo del caso, Caryslia Rodríguez, leyó la sentencia que “certifica de forma inobjetable el material electoral peritado y convalida” los “resultados de la elección presidencial del 28 de julio del 2024, emitidos por el Consejo Nacional Electoral, donde resultó electo el ciudadano Nicolás Maduro Moros” para “el período constitucional 2025-2031”.
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Liderada por María Corina Machado, la oposición asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con 67 % de los votos y publicó en una página web copias de las actas que, sostiene, lo prueban.
“Intentar judicializar los resultados de las elecciones no cambia la verdad. Ganamos abrumadoramente (...) dictaron una sentencia para complacer al régimen. Una sentencia que, en lugar de abrir un camino a la paz, solo agudizará la crisis que vivimos”, dijo el opositor en un video difundido en redes.
Asevero que el TSJ “desde hace mucho tiempo dejó de ser un tribunal imparcial y al servicio de la Justicia para convertirse en el brazo ejecutor de Nicolás Maduro”.