Posiciones encontradas
Dirigentes y cultivadores de Norte de Santander consultados por este medio, frente a la posibilidad de implementar ese subsidio en la región donde habrían más de 40 mil hectáreas sembradas con coca, tienen posiciones diferentes.
Mientras los llamados cocaleros y algunos funcionarios del Catatumbo ven con buenos ojos la iniciativa gubernamental, el concepto en Cúcuta difiere en personas cercanas al proceso y crisis que se registra en la región ante la disminución en la compra de coca.
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Varios cocaleros, que pidieron la reserva de su nombre, apoyaron la idea del subsidio temporal porque esos recursos les ayudarían a la transición que deben hacer para apostarle a los cultivos lícitos.
“En el Catatumbo sembramos coca por necesidad y no por otro asunto. Requerimos que el Estado dirija todo su aparato institucional a la región para salir de la crisis en la que estamos”, advirtió un cocalero.
Jhon Jairo Ascanio, personero de Tibú, manifestó que ante la crisis en la zona, no “duda” que los campesinos se acogerían al pago del subsidio temporal para dejar de sembrar coca.
“Desde hace dos años está frenado el comercio de la pasta de base de coca. Es un momento oportuno para que los campesinos opten por ese subsidio. Un modelo de sustitución de cultivos ilícitos sería bueno. Estoy seguro que los campesinos se acogerían a esa propuesta”, insistió el funcionario.
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Pero Luis Fernando Niño, consejero para la Paz y la Reconciliación en Norte de Santander, tiene sus dudas frente a la iniciativa gubernamental.
“Ninguno de los programas de sustitución de cultivos ha funcionado en la historia cuando se han recibido pagos de por medio. La discusión que hay es que las personas que trabajan con cultivos lícitos tienen muchos problemas para acceder a un préstamo. Pareciera que eso incentiva más a lo ilícito y no a las personas que hacen negocios legales”, añadió Niño.
Wilfredo Cañizares, director de la ONG Progresar, consideró que es mucho más lo que se puede hacer para apoyar a los cultivadores de coca que requieren de una intervención integral de su territorio por parte del Gobierno nacional.
“No se pueden cometer los errores de otros Gobiernos que vieron como única solución dar plata desarticulada de otras cosas como asistencia técnica, capacitación, vías, centros de acopio y conexiones con el mercado. Se requiere que el territorio deje de estar en manos de la ilegalidad", concluyó Cañizares.
El auge de los opiáceos sintéticos como el fentanilo, la sobreproducción de coca y golpes a los carteles son algunas de las hipótesis de expertos, cultivadores y autoridades ante el aparente desplome de la llamada "bonanza cocalera" de Colombia, el principal productor mundial de cocaína.
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