El resistido rector de la Universidad Nacional, José Ismael Peña, comunicó esta semana que se modificó el calendario académico para garantizar la finalización del primer semestre sin incumplir los compromisos que trae el cierre del mismo.
Por esa razón, se ampliaron las fechas de finalización del semestre, por lo cual terminará entre el 1 de junio y el 9 de agosto próximo.
El comunicado señala que “la fecha de finalización de clases y reporte del 100 % de calificaciones al SIA establecida en primer semestre académico 2024, requiere de una evaluación permanente con base en la reanudación de actividades de cada sede”.
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Sobre esto, también se especificó que el reporte de notas al Sistema de Información Académica se podrá hacer desde las 5 de la tarde del 7 de junio hasta la misma hora del 9 de agosto.
Así mismo, se estableció “una tercera ceremonia de grados colectiva para el año 2024, según fechas deberán ser definidas en función de la culminación del periodo 2024-1 en cada una de las sedes”.
Con esto, las directivas de la Universidad Nacional esperan cumplir con el número reglamentario de semanas de clases, que son 16.
La crisis en este claustro tiene en jaque a los estudiantes que están terminando sus planes de estudio en las carreras. Así lo sostuvo la vicerrectora Lorena Chaparro, quien expuso que las personas que están en etapa de presentación de tesis, quienes han tenido que presentarlas de manera virtual.
”Las sustentaciones de tesis se están desarrollando por Meet, o remotas”, dijo la funcionaria en declaraciones a Noticias RCN.
Vale recordar que esta situación inició desde finales de marzo pasado, cuando el Consejo Superior Universitario (CSU) designó a José Ismael Peña como rector, lo cual generó el rechazo de una parte de los estudiantes porque esperaban que quedara electo el profesor Leopoldo Múnera, ganador de la consulta no vinculante entre estudiantes, egresados y profesores.
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A ese rechazo se sumó el presidente Gustavo Petro, cuya ministra de Educación (Aurora Vergara y el ad hoc, Juan David Correa) no le han firmado la posesión como rector. Por esto, Peña se posesionó ante una Notaría en Bogotá.
La situación escaló al punto en que el Gobierno no reconoce que Peña sea el rector de la institución y señale el cargo como “vacante” y en que a mediados de mayo el ministro ad hoc firmara una resolución para que el CSU eligiera otro rector en encargo. Lo cual fue calificado por exrectores y expertos en educación como una intromisión a la autonomía universitaria.
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