La felicidad era evidente en la Fundación parque Jaime Duque tras confirmar que nació bien un polluelo cóndor de los Andes después de 12 años de trabajo.

El animal nació el pasado 29 de julio a las 6:30 p. m. (60 días después a la postura), según confirmó el mismo parque que detalló que este “es el resultado de un proceso de incubación artificial llevado a cabo luego de que el macho de la pareja de cóndores, el 20 de abril del 2023, rompiera accidentalmente un primer huevo y que nuestro equipo decidiera, en esta segunda postura, intervenir y trasladar el segundo huevo a una incubadora artificial, donde fue cuidadosamente monitoreado y cuidado hasta su eclosión”.

Este nacimiento es especialmente significativo, ya que ocurrió contra todo pronóstico, “destacando la perseverancia, el compromiso y la pasión que caracteriza a nuestra Fundación por su aporte a la conservación de especies en Colombia”.

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Fernando Castro, coordinador de conservación e investigación de la Fundación Parque Jaime Duque, explicó que en esta ocasión tomaron el huevo y lo llevaron a una incubadora artificial en sus instalaciones. “Un huevo de cóndor andino requiere cuidados como manejar una temperatura controlada y una humedad relativa, pero lo más importante es realizar un monitoreo diario, pesaje y proyectar su peso ya que esto garantiza una correcta formación del embrión”.

Rafael Torres, gerente de la Fundación Parque Jaime Duque, detalla que es claro que en Colombia el cóndor está en peligro crítico de extinción, “sabemos, gracias a los esfuerzos de entidades como la Fundación Neotropical, que se aventuró en la estructuración de un censo nacional hace un par de años que arrojó un resultado de tan solo 63 animales, que podría extrapolarse en términos generales y decir que en Colombia no tenemos más de 150 cóndores en todo el país”.

Torres destaca que este nacimiento se ha dado gracias a un equipo técnico y profesional que ha sido “alcahueta de todas estas iniciativas y que ha sufrido, ha llorado y ha gozado con el nacimiento de este animalito que hoy en día lo que significa para todas las personas que trabajan en el parque es una alegría y una esperanza de que le dé un empujón muy grande a todo lo que venimos haciendo con estos programas de cría”.

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El proceso de nacimiento

Pasadas 60 horas después del picaje, explicaron en la fundación, empezó el proceso de nacimiento, “normalmente los cóndores andinos no nacen por su propia cuenta, los padres en su vida silvestre juegan un rol muy importante en la ruptura de la cáscara y su estimulación”.

Por eso, el equipo pasó cerca de 60 horas estimulándolo cada dos horas, “con el golpeo suave de la cáscara, con humedad y simulando el sonido del cóndor, para que rompiera y terminara de absorber el saco vitelino. Ya cuando había una gran abertura, lo único que quedaba era quitar las puntas que podían llegar a lastimar la piel del pollo. Posteriormente se hizo una inclinación, se empujó un poco, él sacó la cabeza y nos dimos cuenta de que era un macho”.

Desde la fundación agradecieron a personas de Chile y Argentina que han sido maestros en el arte de la incubación y la cría artificial de cóndores en este proceso que duró un poco más de dos meses.

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