Lo que pasó hoy en el marco de las comisiones económicas del Congreso fue simplemente la crónica de hundimiento que ya estaba cantado, el presupuesto general de la Nación para 2025 que pretendía el gobierno nacional le fuera aprobado por $523 billones se hundió y es por eso que ahora será vía decreto presidencial y así se abre paso al camino de las demandas y la inminente caída en la Corte Constitucional.

El proyecto del presupuesto estaba prácticamente muerto desde la semana pasada, cuando ninguna de las cuatro comisiones económicas logró aprobar un monto para el mismo, ni los $523 del gobierno, ni los $511 que proponía un sector que lideró el presidente del Senado, Efraín Cepeda, ni mucho menos el de la senadora Angélica Lozano que se bajaba a los $499 billones.

En ese escenario el proyecto ya estaba prácticamente inviable en términos le trámite, pero en un último esfuerzo se quiso llegar a la plenaria de este martes con una ponencia que se mantuvo los $523 billones del gobierno. Y como si fuera poco, el gobierno tuvo que salir a apagar un escándalo que se formó porque en la ponencia radicada el lunes le quitaron $2.5 billones del presupuesto a la Registraduría Nacional, dinero que se requiere en el año preelectoral que es 2025.

Tras largas intervenciones de amigos y opositores, pasadas las dos de la tarde el presupuesto recibió los “santos óleos” y se hundió, no sin que se dieran algunas posiciones, especialmente del propio gobierno que salió a reclamar sobre el hundimiento del mismo.

Por ejemplo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, insistió hasta último momento en que el gobierno se mantiene en los $523 billones, monto que considera que es posible de conseguirse para el otro año, por lo que confió en que ahora el Congreso aprobará la ley de financiamiento con la que espera recoger los $12 billones del hueco fiscal, e insistió en que no es una reforma fiscal.

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Así mismo, el presidente Gustavo Petro anunció que el presupuesto que se decretará será el mismo que el Gobierno presentó al Congreso.

Otro funcionario que habló fue el director de Planeación, Alexander López, para quien esto no resulta siendo una derrota para el presidente Petro, sino para los colombianos más necesitados que estaban esperando que el Congreso aprobara las partidas para la financiación de los programas sociales del otro año, “los senadores se salieron de la discusión definitiva, “eludieron el debate, eludieron el diálogo”.

El senador del Partido de la U, Juan Felipe Lemos, sostuvo que ahora el presupuesto saldrá por la vía decreto del presidente, el cual, según él, será muy seguramente declarado ilegal por la Corte Constitucional, razón por la cual se deberá adoptar como monto el mismo que se tuvo para el presente año.

Es decir que el presupuesto del 2024 fue de $509 billones, pero ante un déficit de 20 billones que vinieron en especial porque la falta de recaudo de la Dian, el mismo se ajustó a $489 billones. Este último monto sería el que diría la Corte Constitucional debe ser lo que ejecute el gobierno.

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Desde la oposición el senador Miguel Uribe, manifestó que “el presupuesto deberá ser expedido sin facultades extraordinarias y con la distribución original, sin embargo está desfinanciado, lo que llevará a que el gobierno tenga que hacer los recortes necesarios para ajustar los ingresos con los gastos. Queda ahora entonces la última pelea, la nueva reforma tributaria, a la que seguiremos oponiéndonos, pues la plata está en el derroche y en la corrupción, no más meterle la mano al bolsillo a los colombianos en un momento donde hay dificultades económicas y este gobierno sigue asfixiando a las familias colombianas".

La senadora y ponente de la Comisión Cuarta, Angélica Lozano, señaló que “necesitamos que el gobierno se concentre en gobernar, de pronto estar metido en tantos conflictos, viendo fantasmas en todo lado hace que abandone lo único que en verdad le toca hacer y es gobernar. Lamento que una discusión tensa innecesariamente, porque fue el gobierno el que subió los kilovatios a una discusión tan seria como es el presupuesto y lamentablemente termina en un decreto, el gobierno tiene que decretar el 21 de octubre lo que presentó como proyecto de presupuesto en julio pasado”.

Ahora el escenario inmediato es el trámite de la reforma tributaria, la cual entró por la Cámara y aún no tiene ponentes, de ahí que aún pueda enviar mensaje de urgencia para que las comisiones económicas la discutan y de esa manera se le apruebe recaudar 12 billones de pesos para tapar el déficit que por ese monto reconoce el equipo económico del gobierno.

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