Luego de la fuga masiva de 20 privados de libertad de la Estación de Policía Centro la noche del pasado 22 de abril, la alcaldía de Cúcuta y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario –Inpec- acordaron la activación de un plan de contingencia para acelerar la descongestión en los diferentes puestos de seguridad donde hay personas sindicadas, en razón de 15 presos por día.
Miguel Castellanos, Secretario de Gobierno municipal, explicó que esta medida se da cuando ya estaba en marcha un convenio interinstitucional con el centro penitenciario, por medio del cual ya habían sido trasladados 250 privados de libertad desde estaciones, subestaciones y CAI al recinto carcelario de la ciudad.
Dicho convenio, firmado por 1.000 millones de pesos y vigente por un año, comenzó a regir desde finales del mes de enero, cuando se pactó el acuerdo, por medio de una carta de intención entre las partes, toda vez que las estaciones de policía estaban sobrepasadas hasta cinco veces su capacidad.
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“Las estaciones de Cúcuta tienen capacidad para 80 privados de libertad y había 430”, dijo Castellanos, quien señaló que, sobre los traslados que se hacen dentro del plan de contingencia, se han priorizado 82 sindicados de alto perfil.
“El año pasado el convenio con el Inpec estaba por el orden de los 500 millones de pesos, este año se hizo un esfuerzo y se dobló el presupuesto, con el único ánimo de que reciban la totalidad de las personas privadas de la libertad que están en las instituciones de Policía; y segundo poder regresar a los más de 100 policías que están prestando la guardia, regresarlos al servicio de vigilancia y la prevención en las calles”, explicó Castellanos.
No obstante, es una apuesta compleja sobre todo porque la actividad criminal en la ciudad es muy alta, entonces así como van saliendo, vuelven a sobrepoblarse con nuevos delincuentes, sin embargo, al respecto Castellanos señaló que la congestión se presenta en el trámite de la reseña, por lo que recibirán apoyo de la Dirección Regional del Inpec, que enviará personal para colaborar y agilizar esta función.
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“Esperamos que con la aplicación de esta mecánica, en unos meses, podamos tener totalmente descongestionadas las estaciones policiales, o por lo menos funcionando en condiciones mínimas normales, es decir, que las personas no pasen más de 36 horas en ese lugar, hasta el momento en que sean presentadas a instancias judiciales.
El caso de ‘Zeus’
De las 17 personas que protagonizaron la masiva fuga en Cúcuta, según la Policía Nacional, el nombre que más llamó la atención fue el de Juan Carlos Rodríguez Agudelo, alias Zeus, un militar retirado que había sido capturado el 11 de abril con un arsenal importante, con armas de fuego, granadas y explosivos, además de equipos tecnológicos de información y una suma de dinero en efectivo superior a los 4 millones de pesos.
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Justamente este delincuente era uno de los perfilados para ser llevado a una cárcel de alta seguridad, específicamente la Dorada, Caldas, de hecho ya había una orden de remisión, entonces ¿Qué pasó?
Miguel Castellanos confirmó que efectivamente el director nacional del Inpec ya había autorizado el traslado, pero quedó pendiente la coordinación entre la Policía Nacional y el órgano penitenciario para el traslado, aunque una fuente judicial indicó que el traslado era responsabilidad sólo del ente policial.
Una nueva cárcel
Pero el traslado de presos desde las estaciones policiales a los centros penitenciarios del Inpec no es la solución definitiva, sobre todo cuando el problema del hacinamiento carcelario, no es exclusivo de una región, sino que es un mal generalizado a nivel nacional, que viene de varios años atrás.
En el caso puntual de la Cárcel Modelo de Cúcuta, un centro de mediana seguridad, con capacidad para 2.651 privados de libertad, tiene actualmente una población de 3.417, es decir, 766 personas más, que equivalen a un sobrecupo de 30%, aproximadamente.
Por esta razón la construcción una nueva cárcel es prioridad para la administración municipal, que lo ha incluido en el Plan de Desarrollo. “Se tiene que hacer una nueva cárcel”, afirmó Miguel Castellanos.
Aunque un nuevo centro de reclusión es urgente, Castellanos indicó que es algo que no pueden hacer a la ligera, pues hay aspectos importantes a tomar en cuenta, por eso lo primero que se hará será un trabajo de consultoría con expertos para hacer la elección correcta del terreno.