Desde hace varios meses, una situación angustiante está ocurriendo en la parte alta del barrio Palmeras, la cual pone en riesgo la vida de los habitantes de cuatro viviendas.
Se trata de un canal de aguas negras, que durante 40 años ha socavado la tierra, y hoy tiene a las cuatro familias a escasos metros de perderlo todo.
El ducto, que recoge los desperdicios de los barrios aledaños, ha formado un hueco de al menos ocho metros de profundidad, que cada día va aumentando su dimensión.
La comunidad tiene miedo de que durante la temporada de lluvias la tierra socave una de las vías principales que comunica al barrio con otros sectores aledaños, como Atalaya Primera Etapa.
Sergio Andrés Sánchez, uno de los damnificados, sostuvo que, “de la Secretaría para la Gestión del Riesgo de Desastres llegaron hace 15 días, tomaron nuestros datos, pero no volvieron más”.
Óscar Contreras, otro de los damnificados, también indicó que, “nosotros tenemos miedo de que en temporada de lluvias de un día para otro las casas se nos vengan abajo”.
Durante todo este tiempo, se han caído partes de las viviendas, siendo un aviso de lo que podría suceder algún día, “cada vez que llueve no podemos dormir de la angustia, y en algunas ocasiones hemos tenido que trasladarnos a la casa de otros familiares”, agregó otra residente del barrio.
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Claudia Suescún, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), dijo que tienen las esperanzas puestas en el Plan de Desarrollo para solucionar dicha problemática, “porque están a ocho pasos de que la tierra socave parte de la avenida Kennedy”.
Proyectos de la entidad
Alex Chávez, secretario de este despacho, informo que la entidad solo genera proyectos para mitigar el riesgo, además de hacer estudios y diseños de las áreas afectadas, “hasta el momento se han radicado nueve proyectos en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd)”.
Por otra parte, el funcionario declaró que no han realizado un proyecto en torno a la reubicación de las personas damnificadas, tanto en este sector como en los otros barrios afectados por las precipitaciones y los deslizamientos de tierra.
Redacción: Nicolás Mojica
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