Además de la inseguridad y el mal estado de la malla vial, otra de las problemáticas que aquejan a los habitantes de La Victoria está ligada al servicio de las pilas públicas el sector.
Esas pilas que son instaladas para atender las necesidades básicas de los barrios de estratos bajos y asentamientos humanos, que no cuentan con las condiciones para acceder al servicio de agua.
Sin embargo, la comunidad de La Victoria denunció que todos los meses llega un recibo de la Fundación V&C (administradores de las pilas), pero “ninguna casa del barrio utiliza la pila”, señaló Wilson Díaz Galvis, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC).
El lío de la deuda
El líder comunal enfatizó que al contrario de La Victoria, otros sectores aledaños como Pueblo Nuevo o Los Alpes utilizan las pilas públicas, pero la mayor preocupación de los residentes del barrio, es la deuda de 77 millones de pesos que le llegó a la JAC y cada día se va incrementando.
Una habitante del sector señaló que, “en cualquier momento los de V&C vienen a cobrar esa cartera, y al ver que no tenemos el dinero para pagar, nos empezaran a quitar los inmuebles de nuestro barrio”.
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Si esto llega a pasar, sería una situación bastante lamentable para la comunidad de La Victoria, pues -según sus habitantes- todos los inmuebles han sido obtenidos gracias al esfuerzo de las anteriores administraciones de la JAC y la comunidad.
Cabe destacar que este barrio está ubicado en un punto estratégico de la ciudadela de Juan Atalaya, y gracias a su organización, los escenarios más importantes de La Victoria son el salón comunal, el comedor infantil o los parques.
De todos los escenarios mencionados anteriormente, al que más le dolería perder a la comunidad es el salón comunal, pues después de dos meses de trabajo entre los residentes, fue posible acondicionarlo.
Desde hace un tiempo, en el salón son organizadas charlas, actividades lúdicas, deportivas y capacitaciones articuladas con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) que benefician a los residentes de este y otros barrios aledaños como Chapinero, Comuneros o Tucunaré.
Acciones sin solución
En aras de mejorar esta problemática, la comunidad, Aguas Kpital y la Fundación V&C ya se han reunido en el barrio, pero todo se ha quedado en palabras, porque la deuda cada día sigue incrementándose.
En diálogo con Germán Montejo, gerente de la Fundación V&C, La Opinión pudo conocer que a pesar de no conocer la situación, porque asumió el cargo hace dos meses, debe ir a verificar si alguna de las casas de La Victoria utiliza las pilas públicas, algo que ocurrirá en el transcurso de la semana.
Redacción: Nicolás Mojica
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