Juan Alberto*, de 32 años, admite que la calle es lo más duro que ha tenido que enfrentar en los últimos 10 años que lleva viviendo en andenes y bajos de los puentes.
Esos sitios han significado para él los refugios que ha tenido a la mano para protegerse del sol y la lluvia en una capital que cuenta con el mayor número de habitantes de la calle en el país (1.200), según el último censo del Departamento Nacional de Estadística (DANE).
Un poco más reposado en el Centro Integral para el Habitante de la Calle, adonde decidió de manera voluntaria acogerse para ser parte del programa que puso en marcha el alcalde Jorge Acevedo, con el cual se propone sacar a 1.000 personas de la calle, Juan Alberto le dijo a La Opinión que no veía la hora de rehabilitarse.
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“Quiero ser útil a mi ciudad y voy a aprovechar el programa para hacerlo realidad”, dijo.
En el arranque en forma de la estrategia de rehabilitación, la alcaldía ha logrado captar, sensibilizar y concientizar a 36 personas que como Juan Alberto se encontraban viviendo en la calle. En una primera fase, se aspira cumplir con 500 de ellos.
La directora del Departamento Administrativo de Bienestar Social, Beatriz Vélez, destacó la oportunidad de trasladar a estos habitantes a centros de atención, donde están dispuestos a iniciar su proceso de rehabilitación laboral, social y familiar. “Este es solo el comienzo, ya que el objetivo es abrir las puertas a más ciudadanos que quieran apostar por el cambio”.
Ellos aceptaron de forma voluntaria ser parte de la estrategia e iniciaron su proceso de desintoxicación en el Centro Integral de Atención para el Habitante de la Calle dispuesto por el gobierno local.
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Durante su estadía, se beneficiaron de servicios básicos como habitación, alimentación, atención psicológica y acompañamiento constante de un equipo interdisciplinario, además de jornadas de salud y recreación, en articulación con las demás secretarías de la Alcaldía de Cúcuta.
Este primer grupo recibirá atención especializada en diferentes centros de la región, por parte de un equipo de trabajo conformado por toxicólogos, trabajadores sociales y psicólogos, quienes los acompañarán en todo el proceso para iniciar un futuro proceso de reinserción laboral.
Katherine Yolimar Merlano Sánchez, beneficiaria del programa habitante de la calle, mencionó sus principales motivaciones para iniciar este proceso: “mi hija, mi mamá y una hermana que también está en las calles y quiero ser el ejemplo, y demostrarles que podemos salir adelante”.
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El alcalde Jorge Acevedo explicó que esta estrategia está destinada a cambiar la vida de los habitantes de calle en la ciudad. Los primeros 25 hombres y 11 mujeres han aceptado la propuesta de ser parte del cambio social y la administración municipal espera que, con el tiempo, más personas se vinculen y crean en las nuevas oportunidades.