Desde muy pequeña, para Olga Herrera el mundo de la literatura siempre fue un misterio. Creció en medio de libros, diccionarios, enciclopedias y otros ejemplares de grandes autores que se encontraban reposando en las estanterías de su hogar; su abuelo, un autodidacta apasionado, fue la motivación principal para dar el primer paso a un apasionante mundo que, hasta ahora, era incierto.
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“En los tiempos de antes, era muy común encontrar biblioteca en cada casa, mi abuelo le gustaba mucho leer y eso me llamaba la atención. A los 11 años me leí 'El conde de Montecristo', desde ese momento empezó todo”, resaltó Herrera.
Gracias a esa conexión con las letras, el interés por los libros aumentaba, a tal punto que podía entablar conversaciones con su abuelo de los manuscritos leídos que tenían en común, un motivo más para seguir sumergiéndose entre metáforas y versos.
Olga es licenciada en Biología y Química de la Universidad Francisco de Paula Santander, de igual manera, cuenta con estudios complementario sobre medio ambiente, trabajó en escuelas de básica primaria y secundaria y regresó a su alma mater como docente catedrática.
“Desde muy pequeña sabía que mi profesión y vocación era la docencia, me gusta compartir mis conocimientos y que estos sean multiplicados por los demás”, señaló.
Sus clases, tenían un toque especial, ya que la totalidad de su material didáctico y metodológico era escrito por ella misma.
Sin embargo, hace aproximadamente una década, el destino la terminaría ubicando a miles de kilómetros de su tierra natal, más específicamente en Estados Unidos, donde reside actualmente.
Su pasión por la enseñanza la mantuvo cerca a los entornos escolares, por tal motivo, una de sus primeras labores en el país norteamericano fue la educación especial para niños, un trabajo que además de incluir pasión, involucraba sentimientos y responsabilidad.
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En busca de nuevos rumbos, Herrera encuentra en el acompañamiento terapéutico en un lugar de descanso para adultos mayores un nuevo hogar, compartiendo junto a las personas que, como ella lo mencionaba, representan el conocimiento reflejado en los años .
“Ellos comparten parte de sus historias conmigo y es muy gratificante, juntos nos hacemos compañía, también les doy clases de español, ya que algunos de ellos incluso hablan tres idiomas, es algo impresionante”, comentó.
Los poemas, su gran inspiración
‘Traigo un río’, publicado por la editorial argentina Alción, es el primer libro de ‘Gina Herrera’, su seudónimo.
El escrito es una compilación de más de 80 poemas que fueron elaborados en el marco de los encuentros de tertulias literarias y talleres de escritura e investigación en los que participaba, y en ellos, se ve reflejado los recuerdos de infancia y las vivencias cotidianas en ‘la perla del norte’.
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“A través de los años, uno escribe y guarda (poemas), quizás esperando el momento perfecto para darlos a conocer ante el mundo, este es mi caso, además la pandemia me ayudó para dejar fluir la imaginación y terminar todo el proceso, estoy agradecida y orgullosa del resultado final”.
La próxima semana, la escritora regresará a tierras colombianos con el objetivo de visitar la biblioteca Julio Pérez Ferrero y liderar una ronda poética el 13 de mayo.
Finalmente, Herrera extendió la invitación a todos los cucuteños para que participen en el evento y conozcan un poco más de su poemario, que ya esta disponible de manera virtual en las diferentes plataformas.
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