Una de las más recordadas intervenciones del fallecido caricaturista y escritor Roberto Fontanarrosa la dio para defender las malas palabras en el Congreso de la Lengua de Rosario, Argentina de 2004.
“¿Son malas porque agreden a las otras palabras? ¿Son malas porque son de mala calidad?”, dictaba el reconocido caricaturista y autor de memorables cuentos.
Ahora, una investigación presenta las ciudades colombianas que más utilizan malas palabras en el día a día.
Una investigación que arrojó varios hallazgos interesantes, uno de ellos, son las ciudades que más malas palabras pronuncian en el día, en las que se encuentran Medellín, Manizales, Cali y Bucaramanga.
Preply, plataforma de aprendizaje de idiomas realizó un estudio en 20 ciudades, esto con el fin de poder comprender mejor las razones existentes detrás del lenguaje vulgar, mal hablado o grosero de los colombianos.
Lea aquí: Trabajadores de Cúcuta y el área metropolitana reclamaron las reformas sociales
Es tan normalizado el uso de las llamadas ‘malas palabras’ que el Canal RCN en su serie inspirada en Rigoberto Urán, ‘Rigo’, sencillamente no pudo omitirlo, a riesgo de quitarle la identidad y la esencia misma al personaje.
Dentro de los detalles de la investigación, se evidencia por ciudades el número de malas palabras expresadas, identificando que Medellín lidera la encuesta con nueve malas palabras expresadas a diario, seguido por Manizales y Cali con ocho, y continuando con Bucaramanga con siete malas palabras al día.
En cuanto a edades, las personas que más dicen malas palabras al día están entre los 16 a 24 años (siete palabras), 25 a 34 y de 35 a 44 años (ambos rangos etarios con cinco palabras diarias), de 45 a 54 años (cuatro palabras) y, de 55 años en adelante (dos palabras).
La muestra, por género, también brinda datos interesantes, indicando que un 42.23% de los hombres dicen más de cinco groserías al día, mientras que las mujeres los superan, alcanzando un 45.44%.
Asimismo, la muestra indica que en el país se suele mencionar malas palabras también, dependiendo de los entornos, comenzando por los amigos, muy a menudo 37% y nunca o casi nunca 22%.
En casa, muy a menudo 17%, mientras que nunca o casi nunca 44%, mientras que en el carro el promedio aumenta con un 18% muy a menudo y nunca o casi nunca con 44%.
Sorprende que en el lugar de trabajo el promedio en muy a menudo desciende a 9%, mientras que nunca o casi nunca supera los 65%.
Por otro lado, con respecto al uso de malas palabras dirigidas hacia otras personas, el análisis muestra que los colombianos suelen maldecir más a sus amigos y a sí mismos.
En este uso, a sus amigos un 37,05%, a sí mismo un 32,87%, a sus hermanos un 18,92%, a sus colegas, un 9,46% y a sus parejas un 7,77%.
El estudio de Preply revela un panorama profundo sobre el uso de malas palabras en Colombia, direccionado a que se conozca de mejor manera como es el lenguaje en el país, en cuanto al día a día, asimismo, compartiendo con otras personas, realizando ciertas actividades, abordando las edades, género, y la frecuencia en que se dicen. Esta es una manera de demostrar cómo es la cotidianidad del habla y las expresiones.
No se lo pierda: Bachilleres se graduarán con dos títulos con programa del SENA
Para algunos, se puede argumentar que refleja una falta de refinamiento lingüístico, mientras que para otros, representa una parte inherente de la identidad colombiana, al expresar de esta forma un lenguaje coloquial de manera única, como es el caso del reconocido ciclista profesional Rigoberto Urán.
Al final, si estas palabras afectan o no el diario vivir, depende de la percepción individual y del contexto social en el que se utilicen, destacando la complejidad de las dinámicas de la sociedad.