Sara Facio, fotógrafa, editora de grandes libros de fotografía, curadora y pionera de los retratos fotográficos, murió el pasado martes en Buenos Aires, Argentina, a la edad de 92 años.

Considerada como una de las mejores en su oficio en el siglo XX, Facio alcanzó realce internacional gracias a sus emblemáticos retratos de artistas, escritores, músicos, deportistas y otras personalidades de la cultura en Argentina y Latinoamérica, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sabato, Astor Piazzolla, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Doris Lessing, Federico Leloir y María Elena Walsh —quien fuera su pareja por muchos años, entre otros.

Expuso en forma individual en museos y galerías de toda América, Europa y Asia y recibió premios y distinciones como fotógrafa y como editora en Argentina y el extranjero, destaca la página web www.letralia.com

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Sus fotografías están en las colecciones permanentes del MoMA, del Museo Reina Sofía de Madrid y en prestigiosas colecciones particulares.

Según recuerda el diario argentino Clarín, su primer libro, que lleva como título Buenos Aires, Buenos Aires (1968), lo hizo de la mano de Annemarie Heinrich y lleva un texto de Julio Cortázar. El retrato del escritor argentino que Facio le hizo dio vuelta al mundo como icónico de esa expresión aniñada y despreocupada.

Con el mismo Cortázar publicó además Humanario (1977) y con el poeta chileno Pablo Neruda editó Geografía de Pablo Neruda (1973).

Desde el Museo Nacional de Bellas Artes destacan que siempre trabajó por el reconocimiento de la fotografía como arte. Con el paso dde los años se especializó en ensayos sociales y periodismo gráfico y escrito, colaboró en revistaa y diarios de Argentina (entre ellos Clarín y La Nación), América y Europa.

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En Clarín reseñan que en 1985 creó la Fotogalería del Teatro San Martín, que dirigió hasta 1998 y donde presentó más de 160 exposiciones con sus catálogos. Comenzó a formar su propia biblioteca con los fotógrafos que admiraba.

“Por eso, más allá de las 500 exposiciones individuales y la presencia de su obra en colecciones de los museos y galerías más importantes de América, Europa y Asia o los más de veinte libros personales publicados, recordaremos a Sara por sacar a la fotografía de los espacios limitados a entendidos para acercarla a todos y enseñarnos a mirar”.

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