Con diciembre llega una de las épocas más esperadas del año: vacaciones, regalos, reuniones familiares y cenas especiales. Sin embargo, también es una temporada donde el gasto descontrolado pone en riesgo la estabilidad financiera de los hogares. Según la psiquiatra Laura Villamil, “la mayoría de las personas no logran traducir sus intenciones de ahorro en acciones concretas, lo que deja a gran parte de la población vulnerable ante imprevistos”.
En 2020, un 53% de los estadounidenses vivían de sueldo en sueldo, mientras que el 62% no tenía ahorros suficientes para cubrir tres meses de gastos básicos, y más del 10% no podía siquiera sostenerse una semana sin ingresos. Aunque estas cifras corresponden a Estados Unidos, reflejan una tendencia global que también afecta a Colombia, donde el gasto de fin de año suele dejar a muchas familias en aprietos financieros para enero.
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El desafío del ahorro y nuestra psicología
Ahorrar es más que un acto financiero; es un ejercicio de autorregulación. Villamil explica que, al igual que hacer dieta o ejercicio, ahorrar implica renunciar a placeres inmediatos para obtener beneficios futuros. Sin embargo, este sacrificio es difícil porque las recompensas del ahorro suelen ser abstractas o inciertas, mientras que los costos son tangibles y presentes.
“Las barreras cognitivas y emocionales dificultan que las personas cierren la brecha entre intención y acción”, asegura la experta. En este sentido, una herramienta poderosa es alinear los objetivos de ahorro con los rasgos de personalidad de cada individuo.
Consejos para ahorrar basado en tu psicología
Establece metas pequeñas y tangibles:
“Metas grandes pueden intimidar, mientras que objetivos más pequeños son manejables y motivadores”, asegura Villamil. Por ejemplo, si tu meta es ahorrar $1.000.000, divídela en pequeñas cuotas mensuales. Celebrar cada avance refuerza el hábito.
Asocia tus metas con emociones positivas:
Un estudio citado por Villamil demostró que adjuntar una fotografía de un ser querido a un sobre de ahorros incrementó las tasas de éxito en un 11,7%. Personalizar tus metas con significados emocionales puede ayudarte a mantener el compromiso.
Sé consciente de tus emociones al gastar:
El gasto emocional es común en épocas como diciembre. Identificar los detonantes –como el estrés o el aburrimiento– y canalizar esas emociones en actividades sin costo, como caminar o disfrutar de tiempo en familia, puede ayudarte a evitar compras impulsivas.
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Visualiza tu futuro financiero:
Proyectarte en 5 o 10 años puede hacer que las recompensas futuras del ahorro se sientan más reales. Esto no solo te ayudará a ajustarte a un presupuesto, sino que también te permitirá celebrar el progreso a medida que avanzas hacia tus metas.
El regalo de ahorrar en diciembre
Diciembre es una temporada para disfrutar, pero también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones financieras. Ahorrar no significa renunciar al placer, sino encontrar alternativas que alimenten nuestra felicidad de manera sostenible. Planificar y actuar desde ahora puede ser la diferencia entre empezar el próximo año con tranquilidad o con estrés financiero.
"Con tiempo, paciencia y consistencia, cualquier persona puede desarrollar hábitos de ahorro saludables que fortalezcan su futuro financiero", concluye Villamil. Así que esta Navidad, además de pensar en los regalos, piensa en tu bienestar económico y en el de tu familia.
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