Al comenzar el periodo presidencial de Julio César Turbay Ayala en 1978, un grupo de personalidades de la región y de algunos parlamentarios, encabezados por el arquitecto y exsenador Justo Pastor Castellanos, decidió mostrar su agradecimiento al primer mandatario por la designación de unos notables compatriotas en puestos claves de la administración pública.
El homenaje fue promovido por la Asociación ANDES, de la que hace algún tiempo publicamos una crónica narrando su historia y las particularidades que la rodearon. La reunión de reconocimiento a los ilustres personajes del departamento era de la mayor importancia toda vez que el candidato presidencial ganador había obtenido uno de los más grandes respaldos en el departamento y durante su campaña siempre estuvo rodeado de los políticos regionales afiliados al partido Liberal librando una dura contienda y en momentos en que terminaba el periodo conciliado de los veinte años de alternancia de los partidos tradicionales fijado por el Frente Nacional. De otra parte, el recién posesionado presidente Turbay quería mostrar su gratitud por las continuas manifestaciones que le rendían en la ciudad, cuando venía haciendo proselitismo político, en especial aquellas muy recordadas estancias en el Club del Comercio.
En el Salón Rojo del hotel Tequendama y con la presencia del presidente de la República el acto de reconocimiento se hizo a mediados de diciembre del año antes mencionado.
El orador de turno recayó en la persona del promotor de ANDES, de quien citaremos algunos apartes de de su discurso, Dijo el orador: “…estamos presentes para testimoniar nuestro regocijo como nortesantandereanos por la designación que hiciera el señor presidente Julio César Turbay Ayala al ingeniero Enrique Vargas Ramírez como Ministro de Obras Públicas. A tan dilecto hijo de nuestra tierra, elegante caballero cuya inteligencia se destaca como un don natural, doctor y versado en la artes políticas y ciencias matemáticas, queremos expresarle nuestra admiración como nuestros respetos y decirle que sin distingos de partido ni grupo tenemos la convicción que será un fiel intérprete del clamor nortesantandereano en el gabinete y que estamo seguros, sabrá traducir en realizaciones las obras de mayor prioridad por las que venimos insistiendo, tanto para no seguir siendo un departamento despedazado e inconexo. Así mismo, queremos hacerle llegar nuestras más inquietantes preocupaciones por la región de la que se ha dicho con amargura ‘ha vivido en la frontera tendiéndole la mano mendicante a sus gobiernos que le han vuelto la espalda’. No es nuestra intención señor presidente, hacerle llegar un inventario de necesidades insatisfechas, ni presentarle un listado interminable de los proyectos que hace tiempo esperamos en todos los órdenes, porque el solo hablar de las vías intransitables y de la congestión vial del departamento, como del abandono que ha sido objeto la carretera central, por lo cual tenemos que utilizar otros caminos que nos distancian más de la capital de la República, requerirá varios catálogos en explicaciones. En tal virtud, permítame doctor Julio César Turbay Ayala, que en nuestra solicitud seamos sucintos y que le expresemos de modo muy preciso uno de los más sentidos reclamos de nuestra comunidad, se trata señor presidente de nuestra autonomía, de la que nos ha sido despojada y entregada a nuestros vecinos del sur.
Hace aproximadamente dos años, nos dimos a la tarea de crear una organización que sirviera los intereses de la comunidad nortesantandereana.
La iniciativa no era nueva ni mucho menos original. Nació de la emulación constructiva cuando observáramos que otras regiones habían acometido similares empresas y que en Antioquia, Valle del Cauca, La Guajira, Chocó Boyacá y Santander, pioneros de sus propias causas departamentales ya habían avanzado en el proceso de crear organismos cívicos con estructura jurídica legal para ser los personeros y voceros de sus intereses frente a los poderes centrales muchas veces infranqueables a las solicitudes lugareñas.
No ha sido fructífero el trabajo si se califican sus logros pero tampoco ha sido ingrato. Nos ha deparado enseñanzas que esperamos rindan con el tiempo y nos ha hecho vivir experiencias que habrán de verter su influjo en el futuro.
La labor no ha sido excitante porque no goza de la espectacularidad de ciertas obras colosales, pero tiene el encanto del que hemos gozado quienes a ella nos entregamos con alguna dedicación, de ver florecer un manojo de rosas en el desierto de la desesperanza y la desilusión que es ese absurdo individualismo nortesantandereano.
El espíritu de la ANDES tomado de sus propios estatutos, es el de constituirse como un instrumento útil para beneficio exclusivo de este marco geográfico del que hacemos parte por nacimiento o adopción, siendo así mismo el foro donde se debatan nuestros afanes, nuestros proyectos, nuestras urgencias y necesidades”.
Aunque el homenaje de la Asociación estuvo centrada en la figura del ministro de Obras Públicas Enrique Vargas Ramírez, por ser el cargo de mayor representación, también fueron incluidos y agasajados otros funcionarios nombrados por la Presidencia en los altos cargos del gobierno nacional. El siguiente de la lista fue el general Pablo Rosas Guarín, quien fue exaltado en el discurso diciendo que “…nacido en Pamplona, pueblecito acogedor, de gente amable y hospitalaria, un día salió de él a recorrer la patria y tomó el camino de las armas para llegar ahora hasta nosotros, cargado de pergaminos y condecorado por soles honrosos y elegido por sus capacidades como director general de la Policía Nacional”. El doctor Hernando Barjuch Martínez, Viceministro de Minas y Petróleos; el doctor Armando Gálvis Valles director del Instituto Colombiano de los Seguros Sociales; el doctor César Humberto Arias Pabón, director general del HIMAT; el ingeniero Eduardo Gaitán Durán, nombrado embajador de Colombia para Asuntos Fronterizos con Venezuela y el doctor Guillermo Sagra, designado presidente de la Compañía Colombiana de Telecomunicaciones Telecom. El oferente terminó su discurso “…con tan digna plana de hombres competentes en tantos frentes importantes, con tan selecta pléyade de coterráneos ya probados y experimentados, con gente tan honesta y capaz se identifica plenamente con los principios que enunciara en su campaña en señor presidente Turbay. Ahora sólo nos queda esperar el éxito de las gestiones particulares de los escogidos”.
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