La depresión y las insistentes expresiones de desprecio hacia la vida que tenía José Domingo Rincón Díaz, de 72 años, convencen a sus familiares de que, muy probablemente, cuando él salió de su casa, la mañana del martes, con la intención de mandar a arreglar unos pantalones, estaba seguro de que tomaría la equivocada decisión de quitarse la vida.
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A esta conclusión llegó una de las dolientes, al recordar que su ser querido siempre argumentaba que no quería seguir viviendo, envuelto en medio de crisis depresivas.
Rincón era el mayor de siete hermanos. No dejó hijos ni tuvo esposa, por lo que siempre vivió junto con su mamá, en el barrio La Victoria, de la ciudadela Juan Atalaya.
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Sus familiares lo recuerdan como un hombre bondadoso, tranquilo y al que no le gustaba estar metido en problemas.
Sin embargo, desde muy niño mostró sus características diferentes a sus demás hermanos. “Él siempre estaba solo, alejado de los demás y era muy introvertido”, dijo un familiar.
La búsqueda
Al pasar las horas desde que Rincón salió de su casa, a las 10:00 de la mañana del martes, sus familiares de inmediato publicaron su fotografía en redes sociales anunciando que estaba desaparecido, para que cualquier persona que lo viera, de inmediato los alertara.
Sin embargo, la llamada que recibieron los familiares de José Domingo fue la que trajo consigo la noticia de que lo habían encontrado sin vida en el río Peralonso, en Cornejo.
“Como lo habíamos publicado, cuando las personas encontraron el cuerpo en el río, se dieron cuenta de que era él y por eso nos llamaron”, explicó una familiar de Rincón Díaz.
Miembros de la funeraria Nuestra Señora del Carmen se encargaron de trasladar el cadáver al Instituto de Medicina Legal, donde los dolientes adelantaron los trámites para reclamarlo y darle el último adiós.
Las autoridades establecieron que Rincón Díaz murió ahogado, pues no le encontraron heridas de violencia.
Los familiares del anciano aseguraron que él trabajó algún tiempo como comerciante y precisamente, fruto de ese trabajo siempre les regalaba algo a sus hermanos.
“Qué dolor tan grande nos dejas, solo deseamos que puedas descansar en paz. Gracias por tanto, siempre estarás en nuestros corazones”, escribió una familiar en una de las fotografías de José Domingo.
Por ahora, se espera que las autoridades indaguen sobre este hecho, para esclarecer si realmente el anciano se lanzó al río o hay otra hipótesis que ronde la muerte.
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