La captura del mayor retirado de la Policía, Andrés Felipe Montoya Navarro, que se dio el pasado 19 de marzo en zona rural de Ocaña, hizo parte de un operativo que adelantó la Fiscalía en asocio con la Policía y el Ejército, contra una presunta estructura dedicada a ingresar mercancía de contrabando por el puerto de Barranquilla (Atlántico).
Y es que un grupo de investigadores les seguía el rastro a esa presunta red de contrabandistas desde hacía varios meses, más exactamente desde que el exoficial Montoya estuvo como comandante de la Policía Fiscal y Aduanera en ‘La Arenosa’, y se habrían dado algunas presuntas irregularidades al momento del ingreso de mercancías al país.
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“Inicialmente, un fiscal de la Dirección Especializada contra los Delitos Fiscales, en articulación con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), logró la captura de cinco de los señalados integrantes de la red ilegal. Se trata del mayor Andrés Montoya, el patrullero Harol Gil Ramírez, los hermanos Jorge Alberto y Jhon Marlon Gil Ramírez, y Tulia Inés Tapia Mulett”, aseguró el ente investigador.
La Fiscalía explicó que los dos policías pertenecían a la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) y, al parecer, a cambio de dádivas, se apartaron de sus funciones y permitieron el paso de cargamentos que no cumplían la normatividad aduanera nacional. “Producto del actuar ilegal, presuntamente, incrementaron sus patrimonios injustificadamente, y adquirieron bienes inmuebles y vehículos ubicados en el Eje Cafetero”.
Añadió: “los otros tres detenidos habrían prestado sus nombres para transformar y ocultar las rentas ilícitas provenientes del ingreso de contrabando”.
El ente investigador les imputó a estas cinco personas los delitos de enriquecimiento ilícito de servidor público, lavado de activos y concierto para delinquir con fines de contrabando. Un juez envió a la cárcel a los dos uniformados, mientras que las otras tres personas quedaron libres, pero vinculadas a la investigación.
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Una fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio también les aplicó medidas cautelares por lavado de activos a una sociedad, 20 inmuebles y 10 vehículos localizados en Dosquebradas, Guática y Santuario (Risaralda); y Barranquilla (Atlántico).
Las propiedades estarían avaluadas en 5.940 millones de pesos y quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Extraoficialmente se conoció que otros exmiembros de la Policía estarían implicados en este proceso judicial, pero que aún no hay material suficiente para imputarles los delitos, por eso se espera que dentro de un corto tiempo los capturen.
Se escondió en Ocaña
Andrés Montoya Navarro pensó que se burlaría de la justicia escondiéndose en zona rural de Ocaña, pero no fue así, un grupo de uniformados llegaron hasta la vivienda del corregimiento La Emita, en donde se resguardaba el exoficial.
En agosto del 2023, el mayor retirado ya había sido capturado por las autoridades porque presuntamente, junto con otros tres uniformados, fueron señalados de coordinar los envíos de droga del Cartel de Sinaloa, desde Colombia hacia México.
Montoya, pese a haber hecho parte de la Unidad Especial de Confidencialidad de la DEA, patrocinada con recursos del Congreso de Estados Unidos, sería el facilitador de información privilegiada a bandas de narcotráfico, de acuerdo con la orden de captura de la Fiscalía.
En ese entonces, el mayor retirado también se había volado para que las autoridades no lo pillaran, pero no aguantó la presión y se entregó.