Por más de ocho meses, por lo menos unas 22 unidades del Gaula de la Policía de Norte de Santander y el Gaula Militar, adelantaron labores de control, vigilancia e inserción, que permitieron darle un fuerte golpe a la disidencia del Frente 33 de las Farc, con las capturas de tres de sus mejores hombres, entre ellos, quien sería su cabecilla militar en la Provincia de Ocaña.

La investigación permitió establecer las rutas y el modo de operar de una comisión compuesta por doce integrantes que tendría injerencia en los municipios de Ocaña, San Calixto, Convención y Hacarí, en Norte de Santander, además de González y Río de Oro, en Cesar.

Estas personas, bajo el mando de ‘Toño Mangueras’, estarían generando temor y zozobra en esa zona del departamento, lo que alertó a las autoridades que no dudaron en seguir cada uno de sus pasos.

Fue así como, gracias a la información recopilada, el Gaula llegó hasta el corregimiento Aguas Claras, en Ocaña, vía a la trocha Las Chircas, el pasado miércoles, y capturó a José Antonio Angarita Bayona, ‘Toño Mangueras’, Jaider Alberto Navarro Angarita y Yeison Fabián Torres Barbosa.

El operativo se dio al mediodía, justo cuando los hombres pretendían llevar a cabo una acción delincuencial. En ese momento, los uniformados les cayeron y los agarraron con las ‘manos en la masa’.

En el momento de la captura, a los hombres les encontraron tres pistolas, 36 cartuchos calibre 9 milímetros, 19 cartuchos calibre 7.62 milímetros y doce panfletos extorsivos alusivos al Bloque Magdalena Medio de la disidencia del Frente 33 de las Farc.

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‘Toño Mangueras’, ‘Jaider’ y ‘Yeison’ fueron presentados a la Fiscalía por el delito de porte ilegal de armas, municiones y explosivos. Allí permanecen a la espera de que un juez determine su situación jurídica.

El temor de la provincia

Según la investigación, los hoy capturados serían los responsables del cobro de extorsiones a comerciantes y ganaderos, sobre todo, los más afectados eran los del gremio de licores.

Con panfletos y armas de fuego, atemorizaban al comercio para que entregaran el ‘aporte de guerra’, lo que les generaba ganancias de hasta dos mil millones de pesos mensuales.

Además, la comisión al mando de ‘Toño Mangueras’, estaría relacionada con diversos ataques contra la fuerza pública, dejando un rastro de sangre a su paso.

Se pudo conocer que estas personas estarían comercializando quincenalmente entre 1.400 y 2.000 kilos de cocaína.

“Ellos primero hacían un tipo de inteligencia delictiva, analizaban e investigaban el entorno de quienes serían sus víctimas para después amenazarlas y cobrarles el famoso ‘aporte de guerra’”, comentó una fuente judicial.

‘Toño Mangueras’, al mando

José Antonio Navarro Angarita, conocido en el mundo criminal como ‘Toño Mangueras’, fungía como el cabecilla militar de esa comisión. El hombre, aunque llevaría más de 25 años en la estructura, no fue sino hasta 2012 que empezó a ser visible para las autoridades.

Navarro Angarita ingresó como jefe de milicias en San Calixto, luego, se fue ganando la confianza de los altos mandos y empezó a ascender. Pasó a tener mando en Convención y, así, en los demás municipios.

La investigación arrojó que ‘Toño Mangueras’ constantemente visitaba el sector La Frontera, que está ubicado entre la zona rural de Tibú y Venezuela. Allí, tomaría cursos de combate para reforzar aún más su aprendizaje criminal.

En ese lugar se reunirían los cabecillas para planear ataques, recibir instrucciones y llevar reportes de información. Además, se coordinarían temas logísticas y financieros, incluyendo el tráfico de estupefacientes y de armas.

“Este sujeto se encargaba de negociar la adquisición de la intendencia militar, como era el que tenía atemorizados a los comerciantes, hacía una especie de tratos para la compra de esos elementos”, añadió.

José Antonio estaría relacionado con el secuestro de más de cinco comerciantes entre el 2020 y 2024, en los municipios de San Calixto, Convención, González y Río de Oro. Y es que a las personas que se negaban a pagar la ‘vacuna’ millonaria que exigían, el hombre enviaba a sus hombres a secuestrarlos para ejercer aún más presión.

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Además, también se conoció que habría ordenado el asesinato de por lo menos seis policías, entre los años 2017 y 2024, en los municipios de Ocaña, Hacarí y San Calixto, a través de francotirador y artefactos explosivos.

‘Toño Mangueras’ mantendría una estrecha conexión con alias Josueth, otro cabecilla que tendría injerencia en Ábrego y el sector El Tarrita. Estos dos peligrosos criminales cubrirían las dos rutas de acceso a la provincia, lo que les permitiría mantener el control de la entrada y salida del comercio. Además, recibirían órdenes directas de dos cabecillas principales de la disidencia del Frente 33 de las Farc.

Los otros dos capturados, Jaider Navarro y Yeison Torres, serían de los mejores hombres que estaban al servicio de José Antonio.

‘Jaider’ es su sobrino, quien llevaría más de siete años como integrante de esa estructura, a la que ingresó cuando tenía tan solo 15 años. Éste estaría encargado de generar presencia para constreñir a los comerciantes, es decir, amedrentaba a las víctimas para cobrarles la extorsión.

Por su parte, ‘Yeison’ sería el segundo al mando y el escolta de confianza de ‘Toño Mangueras’, quien perfilaba los objetivos y les hacía inteligencia delictiva. Aunque llevaría 3 años en ese grupo armado, su frialdad y destreza habrían permitido convertirse en uno de sus consentidos.

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