El rastro que Alexander Luna Rozo dejó tras el asesinato de una mujer, el 3 de agosto del año pasado en Cúcuta, fue tan evidente, que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) y la Unidad de Vida de la Fiscalía, pudieron identificarlo rápidamente y antes de que se escapara, pues tenía planeado salir del país y dejar a la justicia viendo un chispero.
Lo primero que encontraron las autoridades judiciales fue que este hombre aprovecharía su labor como taxista para, presuntamente, estar al servicio de una organización criminal que delinque en la ciudadela La Libertad de Cúcuta.
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Y es que el día de aquel hecho, Luna Rozo y el taxi que conducía, fueron captados por las cámaras de seguridad que hay alrededor de la calle 18 con avenida 4, del barrio Santa Teresita, sector donde se presentó el homicidio de Islay Johana Avendaño Pacheco.
Ese día no solo iba ese vehículo, sino también lo acompañaban otro carro azul, de placas venezolanas, y una motocicleta Suzuki GN125, de color negro. “Cuando el taxi está al frente de la casa de la víctima, detuvo su marcha por unos segundos, el chofer señaló hacia la residencia blanca donde vivía la mujer, como mostrando algo, y luego todos los automotores siguieron su camino”, esto es lo que vieron los investigadores judiciales en los videos analizados.
Minutos más tarde, el taxista y dos hombres que iban en la moto GN125 volvieron a pasar por el lugar, pero esta vez era para cumplir con su objetivo: asesinar a la mujer, de 35 años.
Así fue. A Islay Johana la mataron cuando barría la sala de su apartamento. El parrillero se bajó de la motocicleta, abrió la reja, se hizo al lado de una ventana y disparó ocho veces. “El asesino, luego, ingresó a la residencia y la remató de un tiro en la cabeza, una vez cumplió con su cometido, salió y se montó en la moto, huyendo tranquilamente con su cómplice”, fue lo que aseguró una fuente judicial, el día del hecho.
Tras lo sucedido, el taxista, presuntamente, le indicó la ruta de escape al sicario y su cómplice, quienes iban en moto, y cuadras más adelante, el otro vehículo, de color azul y placas venezolanas, sirvió para que el pistolero se subiera y así no fuera detenido en algún puesto de control que tuviera la Policía Metropolitana, en medio del ‘Plan Candado’. “Todo lo tuvieron muy bien planeado”, sostuvo otra fuente judicial.
Todas esas imágenes se conocieron luego de que los ‘sabuesos’ de la Brinho recopilaran los videos y minuciosamente los analizaran. A partir de ahí, se dieron en la tarea de identificar uno a uno de los que participaron en el hecho y el primero en caer fue Alexander Luna.
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Al ver la placa del taxi y tener una imagen clara del conductor, dirigieron las pesquisas hacia la empresa en la que está afiliado el vehículo y su dueño, siendo así como lograron la identificación plena de Luna Rozo.
Ya lo condenaron
Al saber de quien se trataba, la Fiscalía de inmediato le solicitó a un juez el aval para la orden de captura y fue así que después de dos meses Alexander Luna cayó preso en el Aeropuerto Internacional El Dorado, de Bogotá, cuando pretendía abordar un vuelo que lo llevaría a México.
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El taxista fue llevado de inmediato ante un juez y luego de las audiencias concentradas, quedó con medida de aseguramiento. Tras cinco meses de juicio, Luna Rozo se allanó a los cargos y sin revelar quienes eran sus cómplices, fue condenado por el Juzgado Noveno del Circuito a pagar 215 meses de prisión (casi 18 años).
Los delitos que le imputaron fueron: homicidio agravado, porte ilegal de armas y tentativa de homicidio.
A pesar de ofrecerle los beneficios de ley, Alexander Luna no quiso confesar para qué organización criminal laboraba ni quién fue el que ordenó el crimen ni tampoco reveló la identidad del sicario.
Los investigadores judiciales siguen tras las pistas del resto de cómplices en el crimen de Islay Johana Avendaño Pacheco. Que serían las mismas personas que cometieron un atentado contra el representante legal de la Corporación para el Desarrollo Humano Vida Feliz, Óscar Orlando Peñaloza García, ocurrido el 23 de junio del año pasado.
El celular lo delató
Durante las pesquisas y antes de ser capturado, un fiscal decidió citar al taxista a un interrogatorio, preguntándole si él conocía a Islay Johana Avendaño y por qué el día del asesinato se encontraba rondando la casa de la víctima.
La Opinión conoció que Luna Rozo habría respondido que no conocía a la mujer asesinada y que el día del hecho pasó por el barrio Santa Teresita, enterándose de que habían matado a alguien porque vio que en ese lugar había varias patrullas de la Policía.
La declaración del taxista no fue muy clara y le generó aún más dudas al fiscal y a la Brinho, por lo que días después, el ente investigador ordenó un allanamiento y fue durante esa diligencia que los funcionarios judiciales encontraron un celular que pertenecía al conductor.
El teléfono fue sometido a un análisis por parte de los expertos y es ahí cuando encuentran videos, fotografías y audios que dan cuenta de que Alexander Luna estaba al servicio de una red criminal y que días antes del homicidio, le hizo seguimiento a Islay Avendaño.
En las imágenes se puede ver a la mujer en diferentes puntos de Cúcuta, movilizando en una motocicleta de color blanco, así como estacionada al frente de un plantel educativo, como esperando a alguien.
Precisamente, una de esas fotografías donde aparece la mujer en su moto, al frente de un reconocido colegio, circuló por redes sociales días antes de su asesinato, señalándola falsamente de que ella era una secuestradora de niños.
Pero las autoridades no saben si la banda criminal para la que ‘trabajaba’ Alexander Luna fue la responsable de mover esa imagen por las redes sociales.
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Ahora resta esperar que la Brinho, bajo la dirección de la Fiscalía, identifique plenamente a los otros participantes del homicidio de Islay Johana Avendaño Pacheco y conozca por qué se dio ese hecho violento en Cúcuta.
Casi lo matan en San Luis
Óscar Orlando Peñaloza García también es una víctima sobreviviente de la banda criminal a la que presuntamente pertenecería Alexander Luna, pues el 23 de junio de 2023 le hicieron un atentado.
Se conoció que cuando Peñaloza García iba con su esposa en su carro, por la avenida 2 con calle 15, del barrio San Luis, fue interceptado por dos hombres que se movilizaban en motos Suzuki GN, negra, y Yamaha Libero, roja, que le dispararon en repetidas oportunidades, pero por suerte las heridas no fueron de gravedad y logró reponerse.
“La victima al verse herido y notar que su compañera sentimental estaba sangrando, en una maniobra de reverso, buscó la forma de escapar de los pistoleros, y estos al creer que habían cumplido con su objetivo, huyeron del lugar”, eso fue lo que comentó una fuente el día del hecho.
Las dos víctimas fueron trasladadas a un centro asistencial, mientras que las unidades de la Brinho llegaron al lugar del suceso y se encargaron de la inspección técnica, encontrando cinco vainillas.
Y lo que no se esperaban los investigadores del homicidio de Islay Avendaño es que en el celular que le cogieron a Alexander Luna habían videos y fotos de seguimiento que le hicieron a Óscar Orlando Peñaloza, días antes del atentado.
Pero lo que no han podido establecer las autoridades es por qué querían matar a Óscar Peñaloza y la misma organización criminal que asesinó a la mujer 41 días después.
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